El análisis preliminar sugiere que el bólido entró en la atmósfera por encima de la ciudad de Opava, en el norte de la República Checa. Los observadores también informaron de que la bola de fuego era de color verde y era visible bajo en el horizonte meridional. Los observadores de la Baja Silesia (Polonia suroeste) informaron que el objeto estaba a más altura en el cielo y que se veía aún más brillante.
El avistamiento de la bola de fuego fue reportado por los testigos a la Polish Fireball Network, cuyas propias estaciones de observación - 'PFN41 Twardogora', 'PFN38 Podgorzyn' y 'PFN40 Otwock' - también registraron el evento. La bola de fuego parece haber viajado a velocidad relativamente lenta. Las filmaciones de la cámara All-sky aparentemente muestran numerosas bengalas a medida que el bólido entraba en la atmósfera - evidencia de la fragmentación del cuerpo espacial.
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