Agentes de la Policía y funcionarios de la ciudad de Manila han encarcelado a cientos de niños de la calle junto a delincuentes adultos para 'embellecer' la capital filipina en vísperas de la visita del papa Francisco esta semana.
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© TwitterDifícil se hace entender cómo es que alguien es capaz de semejante atrocidad
En un abuso flagrante de las propias leyes de protección de menores del país, los niños se encuentran en condiciones atroces, encerrados en centros de detención en los que pasan hambre y duermen en el suelo. Muchos de ellos, aterrorizados, son golpeados o maltratados por los reclusos de mayor edad, revela una investigación del diario Daily Mail.

A los menores los encarcelan sin haber tenido un proceso judicial con garantías por mendigar, robar comida para aliviar su hambre o simplemente por dormir en la calle.

"No tienen derechos básicos. No hay educación. No hay entretenimiento. No hay desarrollo humano adecuado. No hay ningún lugar para comer y tienen que dormir en el suelo. No hay un proceso judicial adecuado", aseguró al diario el misionero irlandés Father Shay Cullen, que trabaja para rescatar a los niños.

A su juicio, los funcionarios locales "están horrorizados ante la perspectiva de que el papa viera a los niños ser tratados de esta manera".


Comentario: Bueno, listo, ahora el Papa ya lo sabe, esta nota salió en CIENTOS de periódicos alrededor del mundo. ¿Qué va a hacer al respecto?... Lo mínimo que se nos ocurre sería dar un categórico discurso ya mismo condenando semejante atrocidad, manifestando claramente que es un acto cruel y digno de un psicópata hacer semejante cosa,...

Lamentablemente no es esperable que el Papa asuma una postura firme en la proporción justa con semejante acto de barbarie; hasta el momento ha mostrado el aspecto de un león pero la valentía de un ratón.


Por su parte, la subdirectora de la organización caritativa Bahay Tuluyan Catherine Scerri, relató a Daily Mail que injusticias como esta ya habían pasado en la capital filipina antes de grandes eventos internacionales.

"Ocurrió antes de la visita del presidente Obama a Filipinas en abril del año pasado. Cuando intentamos liberarlos nos dijeron que no podían salir antes de que Obama se fuera", agregó Scerri.