Benjamin_Sara_Netanyahu
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A menos de dos meses de la celebración de elecciones legislativas, el primer ministro israelí y su esposa, Benyamin y Sara Netanyahu, se enfrentan a un escándalo de corrupción que, de ser confirmado, perjudicará fuertemente la reputación del premier y de su partido.

La oposición israelí ha exigido este sábado que se abra una investigación judicial contra Netanyahu y su esposa por apropiación de fondos públicos: el primero por gastar una enorme cantidad de dinero en alcohol, y la segunda, por el reintegro obtenido de envases reciclables.

La dirigente del frente pacifista Meretz, Zehava Galón, ha pedido al asesor legal del Gobierno Yehuda Weisntein que inicie una investigación exhaustiva contra Netanyahu.

"Si la revisión revela que es cierta la información, insto a Netanyahu a que abandone la campaña para ser primer ministro de nuevo", afirmó en declaraciones que recoge la edición electrónica del diario israelí Yediot Aharonot.

El canal 10 de la televisión israelí anunció el jueves que la fiscalía general tiene previsto abrir en los próximos días las pesquisas al respecto.

Por su parte, la dirigente del partido Hatnuá, Tzipi Livni, ha denunciado en un acto público de campaña el gigantesco gasto del premier en bebidas alcohólicas, todo pagado con fondos públicos.

"Esta semana hemos sabido que Netanyahu gastó en dos años 100.000 shékels (unos 22.600 euros o 25.500 dólares) del contribuyente en la compra de alcohol", ha dicho este sábado Livni. Precisa que esa suma de dinero equivale al sueldo mínimo de los trabajadores en los territorios ocupados.

Asimismo, la esposa de Netanyahu está implicada en un escándalo que estalló el jueves, y según el cual primera dama se habría apropiado de "miles de shekels" de los depósitos de botellas vacías procedentes de la residencia de Netanyahu, devueltos a los supermercados de Al-Quds (Jerusalén), a pesar de que los depósitos eran de propiedad pública.

Hace dos años, Benyamin y Sara Netanyahu devolvieron 1 000 dólares al régimen en concepto de depósitos de botellas. Sin embargo, según un exempleado de la residencia oficial, la cantidad que adeudan por los depósitos es mucho mayor de la que devolvieron.

El primer ministro, implicado en diversos escándalos de corrupción desde su llegada al poder, tiene baja reputación entre los ciudadanos israelíes.

El índice de popularidad de Netanyahu cayó en agosto del año pasado al 38 por ciento como consecuencia de la brutal ofensiva que ordenó lanzar contra la Franja de Gaza, que dejó al menos 2 310 muertos y 10 626 heridos, la mayoría de ellos civiles.