En un esfuerzo por reducir el impacto medioambiental en la impresión 3D, tres estudiantes de ingeniería física de la Universidad de British Columbia han desarrollado un reciclador - extrusora que convierte los residuos de plástico en material nuevo listo para usar en las impresoras 3D.
Imagen
© Desconocido
Aunque no es el único reciclador de plástico de su tipo, es único por varias razones. La diferencia más obvia es su tamaño; la ProtoCycler es un modelo de escritorio, que ocupa menos espacio y es ideal para proyectos a pequeña escala. El filamento queda enrollado en un carrete, y hace que todos nuestros trabajos en 3D sean más sostenibles. Algo parecido al proyecto que vimos hace un tiempo que transformaba botellas de plástico en cuerda.

El software de esta máquina (de código abierto) es compatible con la extrusión automática de plástico ABS y PLA, sin embargo el hardware puede moler y extruir cualquier termoplástico no tóxico (en el caso de que se opte por el modo manual).

Este reciclador de escritorio también es considerablemente menos costoso que otros productos similares que ya están en el mercado, por lo que es más accesible para las escuelas y universidades que quieran probar suerte con la impresión 3D.

Con este sistema se puede reciclar material como botellas de plástico, que en el peor de los casos acaba en el vertedero, y darles una segunda vida, además del importante ahorro en materiales.