• Una investigación del ICIJ denuncia el impacto negativo de los préstamos del Banco Mundial en los países a los que debería ayudar.
  • Su escaso control ha provocado que se financien gobiernos y empresas acusados de violar los derechos humanos.
Imagen
© te interesa
¿Qué pasa cuando el benefactor se convierte en verdugo? El Banco Mundial, institución que tiene entre sus objetivos prestar dinero de los socios para la ayuda al desarrollo, podría haber causado más daño que beneficios... en Kenya, Etiopía, Perú, India, Honduras, Kosovo, Kazajistán, Mongolia, Belice, República Dominicana, o Filipinas. Así lo refleja un demoledor trabajo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICJ).

Entre 2004 y 2013 se estima que 3.350.449 personas fueron forzadas a abandonar su hogar o su forma de ganarse la vida desapareció porque se interponían en proyectos del Banco Mundial a través de su área de préstamos al sector privado, la Corporación Financiera Internacional (IFC, por su siglas en inglés).

Según el ICIJ, entre 2004 y 2013, 3,4 millones de personas han sido desplazadas, físicamente o por razones económicas, dejando el campo abierto para casi un millar de proyectos apoyados por esta institución, responsable del apoyo financiero a los programas de desarrollo. Proyectos como la construcción de "grandes presas y canalizaciones", aseguran los autores del estudio, publicado bajo el título "expulsados y abandonados".

Imagen
En China, obras de construcción, tales como Shaanxi Ankang, una carretera completada en 2012, han desplazado a más de 170 000 personas. Desde Polonia a Sudáfrica, decenas de pequeños proyectos provocan el 'desahucio' de los más desfavorecidos que se quedan sin medidas de acompañamiento o de compensación. Peor aún, según el diario belga Le Soir,
"son expropiaciones con violentas expulsiones, con una gran cantidad de excavadoras y policías armados. En Chile o en Sri Lanka, a través de la India y Etiopía, los países del Sur son especialmente preocupantes".
Otro caso, en 2013, relata como el Gobierno del Estado de Lagos, en Nigeria, arrasó Badia East para despejar un terreno urbano cuya renovación financió el BM. "A las personas sin recursos que residían en el barrio las expulsaron sin previo aviso ni indemnización y quedaron abandonadas a su propia suerte en una ciudad superpoblada y peligrosa".

En Etiopía, el Gobierno desvió millones de dólares de un proyecto de educación y salud respaldado por el Banco Mundial, para financiar una violenta campaña de desalojos masivos

En Perú, la investigación descubrió que 1,142 personas fueron desplazadas por proyectos financiados por el Banco Mundial y su inversión en minas ha contaminado varios terrenos. En toda Sudamérica un total de 26,262 personas se vieron perjudicadas; en Asia, 2,9 millones y 417,300, en África.

Los países más afectados fueron Vietnam, China e India, con una estimación conjunta de más de 2,7 millones desplazados.

Entre 2009 y 2013 el Banco Mundial dedicó 50.000 millones de dólares a proyectos con alto riesgo de impacto medioambiental o para comunidades que residían en la zona.

Para llevar a cabo el estudio, los periodistas han examinado decenas de miles de páginas de informes, en cuatro idiomas, de libre acceso proporcionadas por el propio Banco Mundial.

Y no se trata únicamente de 'reasentamientos involuntarios', el eufemismo empleado con el que el Banco Mundial lo denomina, también, la mala gestión de gran parte de esos créditos al desarrollo. Muchos, dedicados a construir hoteles de lujo en Kenia o Ghana, por ejemplo. Así, únicamente el 13% de entre 500 proyectos han ido a ayuda al desarrollo.

El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, ha reconocido que existen problemas, entre otros, con las políticas de reubicación del organismo: "Estamos ahora revisando nuestras políticas de salvaguardas y estoy determinado a que aprendamos del pasado y a hacer todo lo que esté en nuestro poder para proteger a las personas y al medio ambiente", ha asegurado desde Washington antes del comienzo de la reunión de primavera de la institución.