La depresión es un trastorno con una probabilidad de recaída elevada. Actualmente, los tratamientos para la depresión suelen alargarse en forma de antidepresivos crónicos que eviten dicha recurrencia. Con ellos, y si se toman correctamente, se reduce la probabilidad de recaída un 66%. El problema con este tratamiento farmacológico crónico llega con el seguimiento inadecuado de muchos pacientes, por un lado, y por la imposibilidad de tolerar los efectos secundarios en otros tantos. Mindfulness para evitar recaídas de la depresión.
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Un estudio reciente publicado en The Lancet muestra que podría haber una alternativa viable e incluso recomendable: la terapia cognitiva basada en mindfulness (MBCT). Este beneficio se añade a otros que ya se han asociado a esta práctica específica de meditación, como una mejora en los sentimientos de soledad o incluso en la salud cardiovascular.

Los resultados provienen del primer estudio, de largo alcance y llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido), en el que se ha comparado el uso de la MBCT con el mantenimiento de los antidepresivos a la hora de reducir el riesgo de recaída en la depresión. Si bien los resultados muestran que la MBCT no es más eficaz que los antidepresivos, sí que indican una protección similar frente a la recaída, sin diferencia significativa en el costo.

La MBCT fue desarrollada para ayudar a las personas que han experimentado episodios repetidos de depresión. A éstas se les enseñan habilidades para reconocer y responder constructivamente a pensamientos y sentimientos asociados con la recaída, evitando así la espiral que llevaría de nuevo a la depresión.

Para el estudio, se agruparon 424 adultos con depresión mayor recurrente que estaban tomando medicación antidepresiva. Los participantes fueron asignados al azar en dos grupos. Unos comenzaron a reducir la toma de antidepresivos para recibir MBCT (212 participantes), mientras que otros mantuvieron la medicación (212 participantes). Los participantes del grupo de MBCT asistieron ocho sesiones grupales horas, así como recibieron prácticas diarias en casa. Después, se les ofreció la opción de asistir a 4 sesiones de seguimiento durante un período de 12 meses. Los participantes del otro grupo siguieron tomando la medicación durante 2 años.

Lógicamente, todos los participantes fueron evaluados a intervalos regulares durante 2 años, con el objetivo de comprobar si habían desarrollado algún episodio depresivo mayor (según criterios del DSM). En algo más de 2 años, los índices de recaída en ambos grupos fueron similares (44% en el grupo de MBCT frente al 47% en el grupo de mantenimiento de la medicación antidepresiva).

Mantenimiento a largo plazo

Según algunos participantes en el estudio, el mindfulness aporta un conjunto de habilidades que pueden mantenerse y alargarse a lo largo de la vida. Este tipo de terapia, lejos de hacer que uno se deje llevar por algo ajeno como puede ser la medicación, hace que uno tome las riendas de su vida y el control de su propio futuro. Así, los pacientes se encuentran en situación de detectar cuándo puede existir un riesgo de recaída y de ser capaces de hacer los cambios necesarios para mejorar.