Cortar el acceso a las redes sociales y expulsar de las residencias universitarias son las estrategias de las autoridades para impedir que los burundeses hagan público su rechazo a un posible tercer mandato del presidente actual, Pierre Nkurunziza. Pero la gente ha continuado protestando. Ayer, jueves 30 de abril, fue la jornada más dura en lo que a número de víctimas se refiere: hubo 29 heridos. Con lo que, desde que el domingo 26 de abril comenzaran las manifestaciones, se han confirmado 66 heridos y 6 muertos.
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El pasado miércoles 29, las autoridades burundesas ordenaron la evacuación de las residencias universitarias "por razón de seguridad". Habrían alegado que la capital del país resulta, por el momento, y que los universitarios deberían buscar refugio en otro sitio hasta se reestablezca la tranquilidad. Sin embargo, los estudiantes están convencidos de que los han expulsado del campus para obligarles a volver a sus provincias de origen y, así, frenar las revueltas, porque el poder sospecha que son parte fundamental de la actual agitación.

Por esto, en la tarde de ayer jueves, más de 500 estudiantes burundeses se congregaron ante la embajada de Estados Unidos en Bujumbura para pedir protección. Uno de ellos afirmó que no tienen dónde ir por la inseguridad que reina en el interior del país, de donde procede la mayoría de los universitarios. "Los Imbonerakure amenazan a los estudiantes. Nos acusan de ser los primeros opositores de este régimen (...) Los Imbonerakure dictan la ley en el campo", declaraba este joven.

También un grupo de expertos de Naciones Unidas mencionaba ayer, en un comunicado, a este grupo de jóvenes del partido gobernante, el Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia-Fuerzas de Defensa de la Democracia (CNDD-FDD). En el documento, subrayaron "el papel creciente que están jugando estas milicias de jóvenes desde hace más de un año", apuntando, seguidamente, que "deberían ser inmediatamente desarmadas". Estos expertos, además de condenar la violencia de los últimos días y de pedir a las autoridades burundesas que respeten los derechos humanos, incluyendo la libertad de expresión y el derecho a reunirse pacíficamente, incidían en la necesidad de "romper la tradición de impunidad que impera en el país desde hace demasiado tiempo".

Por su parte, el enviado estadounidense a Burundi, Tom Malinowski, se mostró ayer pesimista, declarando que nada indica que el presidente Nkurunziza vaya a reconsiderar su decisión de presentarse a las elecciones el próximo mes de junio. Aparte de este comentario, Malinowski se limitó a, lógicamente, lamentar la violencia, alabar el acuerdo de Arusha del año 2000 y a advertir de que, si no se resuelve la situación, habrá consecuencias en las relaciones entre Estados Unidos y Burundi.

Censura en la radio y en Internet

Aunque, por suerte, el activista por los derechos humanos, Pierre Claver Mbonimpa, fue liberado y devuelto a su casa algo más de 24 horas después de haber sido detenido, tras suspender las emisiones de la principal radio del país, Radio Pública Africana (RPA), las autoridades han cerrado otros medios radiofónicos, como Radio Isanganiro y Bonesha FM.

Asimismo, la noche del martes 28, Radio France International (RFI) tuiteaba que se habían suspendido las redes sociales Facebook, Twitter e Instagram, así como el servicio de mensajería Whatsapp, en los teléfonos móviles en la ciudad de Bujumbura, pero que permanecían accesibles en Internet fijo. Al día siguiente, un cargo de una empresa de telecomunicaciones del país declaraba que la suspensión de estas redes se había realizado por petición de la autoridad gubernamental competente y que, si bien se había hecho de forma progresiva a lo largo del martes, sería una medida totalmente efectiva desde la mañana del miércoles 29.

Ante esta situación, muchos burundeses están emigrando, en las últimas semanas, a los países vecinos. Como señala Thierry Vircoulon, director para África Central de la ONG International Crisis Group,
"la gente ha empezado a votar con sus pies, es decir, están más dispuestos a abandonar su país que a votar a finales de mayo. Esto forma parte, evidentemente, de unos signos extremadamente preocupantes y anunciadores de una crisis electoral".
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© Sonia RolleyBurundeses guardan minuto de silencio, esta mañana, por los militares y civiles muertos