Misteriosas pinturas rupestres presentes en una de las cuevas más famosas del mundo, Chauvet (Francia), podrían ser la representación más antigua conocida de una erupción volcánica.
cueva rupestre
© D. GENTY (LEFT)/V. FERUGLIO/D. BAFFIER (RIGHT)/CC
Se trata de imágenes en forma de aerosol que, según un estudio publicado en 'PLoS ONE', fueron pintadas en torno al mismo tiempo en que volcanes cercanos vomitaron lava hacia el cielo.

Rinocerontes lanudos, leones cavernarios y osos dominan las imágenes de Chauvet. Pero una de sus galerías más profundas, --nombrada con una especie de ciervo gigante, Megaloceros, que se representa allí-- también contiene una serie de dibujos en forma de pulverización misteriosa, parcialmente cubiertos por la pintura Megaloceros.

Una galería cercana tiene imágenes similares, al igual que una pared cerca de la entrada original de la cueva, pero los investigadores no han determinado lo que representan las imágenes, hasta ahora.

Estas representaciones son exclusivas de Chauvet, señala Sebastien Nomade, geocientífico de la Universidad de Paris-Saclay, quien dirigió el estudio. El campo volcánico de Bas-Vivarais, un sitio muy conocido que contiene más de una docena de volcanes extintos, se encuentra a sólo 35 kilómetros de la cueva, pero se pensaba que las erupciones ocurrieron antes de que los humanos ocuparan Chauvet.

Con el objetivo de fechar las erupciones más recientes, Nomade visitó Bas-Vivarais en 2012 y tomó de roca de tres restos volcánicos. Al medir los niveles de diferentes isótopos de gas argón radiactivo, el equipo determinó que la región fue afectada por una serie de violentas erupciones de ceniza y lava hace entre 19.000 y 43.000 años.

Así, los cazadores-recolectores que vivieron en la región debieron haber visto las erupciones, incluidos los residentes en la cueva de Chauvet, que tenìan visión directa de la zona volcánica a 35 kilómetros.

La datación por radiocarbono sugiere que los humanos ocuparon la galería del Megaloceros hace entre 36.000 y 37.000 años, y el carbón vegetal utilizado para pintar los megaloceros que se superponen a las pinturas de aerosol debe terner entre 34.000 y 36.000 años de edad. "No hay manera de que nadie pueda probar que es un volcán lo que representan, pero para nosotros es la hipótesis más probable", dice Nomade, cuyo equipo incluye dos expertos de arte rupestre que han estudiado previamente la galería.

Si Nomade y su equipo están en lo cierto, el volcán ilustrado en Chauvet representaría el registro más antiguo de cualquier erupción. Otros ejemplos más recientes incluyen un misterioso mural 8.600 años de antigüedad encontrado en una pared en el sitio neolítico de Çatalhöyük, en el centro de Turquía, que puede ser un mapa que representa un volcán cercano, informa Nature.com.