corto animado
El amor es uno de los sentimientos más profundos que podemos experimentar, ya sea hacia la pareja, los hijos, los padres o incluso hacia una mascota. El amor, cuando es verdadero, no solo nos llena sino que nos cambia completamente, nos convierte en mejores personas.

Una de las maravillas del amor es que nos permite expandir nuestros límites más allá de lo insospechado porque nos damos cuenta de que el auténtico placer consiste en dar, en ayudar al otro, aunque ello implique hacer ciertos "sacrificios".

Este maravilloso y emotivo corto animado versa sobre el amor de un padre hacia su hija. Y se trata de una historia real.

La verdadera historia detrás de este corto

En 2005 el director de cine Qian Shi visitó The Museum of Childhood en Edimburgo. La colección estaba compuesta por muchísimas muñecas y juguetes que habían pertenecido a los niños de otras épocas.

Sin embargo, entre todos aquellos juguetes halló una muñeca muy especial que captó su atención. No era tan bonita como las otras, su acabado dejaba mucho que desear y no tenía colores brillantes pero, aún así, podía convertirse perfectamente en una pieza central del museo.

Se trataba de una muñeca hecha con un zapato y en su descripción se podía leer: "Muñeca hecha con un zapato que perteneció a una niña pobre de Londres, en 1905". A partir de ese momento, el director no pudo dejar de imaginar cómo sería la vida de aquella niña y sus padres.
muñeca
Ni corto ni perezoso, le dio vida a un precioso y conmovedor corto animado al que tituló simplemente "Zapato", en el que narra la historia, como la imaginó. El corto ha recibido varios premios, entre ellos "The Best Student Film of BAF08" y el "MX Award" en la TAF2010.

3 enseñanzas para la vida

1. Amar es entregar, no demandar. El amor inmaduro es egoísta y demandante, el amor maduro significa entrega. Sin embargo, esa entrega no representa un sacrificio en el sentido más literal del término porque somos inmensamente felices al hacer feliz a la persona que queremos.

2. A veces muy poco, representa mucho. No son las cosas materiales, sino la historia que se encuentra detrás de ellas, lo que las hace especiales. Por eso, en la vida no se trata de tener más sino de valorar más lo que tenemos, confiriéndole un valor y un significado.

3. Nunca se es demasiado pobre, como para no tener algo que dar. Si buscamos en nuestro interior, nos daremos cuenta de que siempre tenemos algo que dar: amor, comprensión, apoyo... Esos sentimientos son más valiosos que cualquier posesión porque ayudan a sanar las heridas emocionales.