El Ejército y los comités populares yemeníes continúan con sus ofensivas en las zonas saudíes de Jizán, Nayrán y Asir, infligiendo grandes pérdidas a Riad.
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En la región de Asir (sudoeste), en un acto de represalia, francotiradores pertenecientes a los comités populares han matado a al menos tres soldados, además de herir a un número por determinar de mercenarios saudíes, ha informado este martes la agencia de noticias Al-Masdar news.

Asimismo, las fuerzas lideradas por Arabia Saudí sufrieron considerables pérdidas humanas cuando sus bases fueron blanco de los ataques de las fuerzas yemeníes. Se informa que al menos cinco vehículos blindados de los mercenarios saudíes fueron destruidos en Nayrán, en el sur del reino árabe, donde derribaron la semana pasada un avión militar.

Por otra parte, las unidades de artillería del Ejército y los comités populares han bombardeado las posiciones militares de los saudíes en el área de Al-Towaal (en la provincia noroccidental de Asir), causando muchos daños.

Desde el inicio de la agresión saudí en el territorio yemení, gran parte de las incursiones aéreas realizadas por Riad y sus aliados han afectado a instalaciones civiles como escuelas, hospitales, mercados, mezquitas y otras partes de la infraestructura económica del país, de acuerdo con un estudio realizado por el diario británico The Guardian.

Arabia Saudí, respaldada por EE.UU. y el Reino Unido, entre otras naciones, inició en marzo de 2015 una campaña de ataques aéreos contra Yemen en un intento por restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi, uno de sus estrechos aliados, y por reprimir el levantamiento del movimiento popular yemení Ansarolá, que defiende los intereses del pueblo.

De igual modo, en momentos en los que Yemen hace frente a una hambruna, la monarquía saudí lleva a cabo ataques contra granjas de ganado, fábricas de alimentos, pozos de agua, mercados, puertos, aeropuertos, carreteras y puentes, de los que depende el suministro efectivo de ayuda alimentaria.

Aproximadamente la mitad de las 22 provincias de Yemen está al borde de una importante hambruna, conforme al Programa Mundial de Alimentos (PMA).