El inversionista Peter Schiff augura que se avecina una crisis fatal para el mercado de valores y para la divisa estadounidense.
lingote
Peter Schiff, uno de los pocos economistas que se adelantaron para predecir acertadamente la crisis financiera de 2008, diez años más tarde ve surgir otra crisis: una que puede hacer colapsar el mercado bursátil, acabar con el dólar estadounidense y hacer tornar todas las miradas nuevamente hacia el oro.

El inversionista sostiene que la crisis venidera será "mucho peor" que la previa, y no tendrá que ver con hipotecas de alto riesgo, sino con la solvencia de EE.UU. Schiff afirma que si el Gobierno estadounidense opta simplemente por imprimir más dinero para pagar su deuda, seguirá inflando una "burbuja" que tendrá consecuencias catastróficas cuando explote.


Comentario: El dólar fue diseñado por la Reserva Federal para cargar con una deuda inherente que pagan los contribuyentes, y su valor se basa en mera especulación... es lo único que la respalda. Realmente es poco probable que la deuda inherente del dólar en sí misma provoque la caída del dólar. La caída estaría marcada por la creciente dependencia en la especulación extrema, y la influencia de divisas internacionales alternativas al dólar - y a monedas dependientes del mismo, como el euro - que posean un valor real; como el yuan y el rublo que tienen respaldo en el oro.

Las alertas de crisis y rupturas de "burbujas" casi siempre son el pretexto de los bancos centrales para detonar "rescates financieros", que lo único que hacen es robar dinero de los contribuyentes en masa. Justamente lo que sucedió en el 2008.

"Todos van a perder; todos los que han estado de fiesta en el mercado de valores, en el de bonos y en el de bienes raíces, van a ser aniquilados", aseveró Schiff. "El dólar se va a hundir por completo y su poder adquisitivo va a desaparecer", agregó, según cita USA Watchdog.

El inversionista estadounidense añade que el actual sistema financiero tampoco podrá seguir frenando artificialmente los precios de los metales preciosos, sin importar cuánta deuda asuman los gobiernos, en específico el de EE.UU.

"No pueden seguir haciéndolo, esto terminará", aseguró. "El precio del oro explotará porque hay compras físicas reales, y todas esas ventas de papel no pueden camuflar eso". Schiff agregó que este fenómeno se debe a que las personas están comenzando a desconfiar de los bancos centrales y a optar por otras opciones. "La alternativa real es el oro", afirmó.