La medida se aplica para favorecer la concentración y las interacciones sociales en determinados cursos de educación secundaria y en los colegios
móviles
A partir de septiembre los teléfonos móviles estarán prohibidos en las escuelas y algunos cursos de educación secundaria por decisión de la la Asamblea Nacional de Francia.

La medida, que estuvo en el programa electoral del presidente Emmanuel Macron, prohíbe el uso del móvil en el centro escolar además de tabletas o relojes con conexión.

Además la prohibición permite a los centros educativos que fijen las excepciones en sus normas internas. La nueva ley no detalla el tipo de multas, ni su cuantía ni cómo se va a aplicar dejando al arbitrio de los colegios e institutos la decisión de confiscar y restituir los móviles. Están exentos de esta prohibición los discapacitados.

Según el texto de La República en Marcha, el partido de Macron, el uso del móvil "provoca numerosas disfunciones incompatibles con la mejora del ambiente escolar" y que su prohibición garantizará un entorno que favorezca las interacciones sociales y la concentración.

Esta medida se ha practicado ya en 51.000 colegios y 7.100 institutos de Francia y según la cámara ha dado resultados satisfactorios.

Según un sondeo de la ARCEP, la Autoridad de Regulación de Comunicaciones Electrónicas, en 2016 el 93 % de los adolescentes entre 12 y 17 años tenían un teléfono móvil, frente al 72% de 2005.