Serbia no tiene la intención de comprar sistemas de misiles de defensa aérea S-400 de fabricación rusa, dijo el miércoles el presidente serbio, Aleksandar Vucic, en una entrevista con la televisión nacional RTS.
Vucic asistió anteriormente los simulacros ruso-serbio de Slavic Shield-2019, donde examinó personalmente los sistemas de misiles tierra-aire S-400 y una batería de misiles antiaéreos Pantsyr-S.
Después de examinar los S-400, el líder serbio dijo que un día Serbia podría comprar estos sistemas, pero actualmente el país carecía de 500 millones de euros para su compra. Al mismo tiempo, Vucic dijo que Serbia estaba lista para aceptar los S-400 de Rusia como un regalo.
Sin embargo, Estados Unidos respondió rápidamente a la declaración de Vucic, y mediante el Representante Especial de los Estados Unidos para los Balcanes Occidentales, Matthew Palmer, advirtió que la compra de sistemas S-400 de Rusia implicaría sanciones estadounidenses contra Belgrado.
"Lo que he visto es un arma impresionante. No tenemos intención de comprar [el sistema S-400] porque no tenemos dinero para pagarlo, teniendo en cuenta la construcción de autopistas y numerosos proyectos. Ya sabes, cuando tienes semejante arma, nadie te atacaría. Ni los EE.UU. ni ningún otro piloto se atrevería a volar donde los S-400 están operativos: los pilotos israelíes no vuelan sobre Turquía o Siria, excepto en los Altos del Golán. Tenemos nuestra aviación, que está más fuerte que nunca. Vamos a fortalecer la defensa aérea con sistemas Pantsyr y otras cosas que no están en la lista de sanciones de los Estados Unidos", dijo Vucic.
Comentario: Es notable que cuando el presidente serbio está pensando en países que son potencialmente amenazadores, los Estados Unidos e Israel parecen ser los primeros que le vienen a la mente.
Serbia no es ingenua, la guerra de la OTAN apoyada por Estados Unidos contra su país fue prueba suficiente de que, sin las defensas adecuadas, uno es vulnerable a los caprichos de las potencias psicópatas. Tal vez Serbia se vea obligada a elegir entre las sanciones de Estados Unidos o la seguridad proporcionada por el armamento ruso, encontrando alivio en cualquier ayuda que la creciente lista de países sancionados y sus aliados puedan ofrecerse entre sí: