¿Cómo es posible que Venus tenga muchos más volcanes que la Tierra y haya ido renovando su superficie pese a carecer de tectónica de placas?
Venus
© Southwest Research InstituteRecreación artística del impacto de un cuerpo celeste contra Venus.
Las placas tectónicas de la Tierra se desplazan y cambian continuamente la forma de la superficie de la Tierra mediante colisiones entre trozos de la corteza. Esta actividad de tectónica de placas es la que forja cadenas montañosas y, en algunos lugares, promueve el vulcanismo. Venus tiene más volcanes que cualquier otro planeta del sistema solar, pero solo cuenta con una placa continua para su superficie. Más de 80.000 volcanes (60 veces más que la Tierra) han ejercido y aún ejercen una notable renovación de la superficie del planeta, mediante inundaciones de lava. Una investigación parece haber desentrañado el enigma de esta aparente contradicción de tener muchos volcanes y al mismo tiempo carecer de tectónica de placas.

El estudio lo ha realizado un equipo que incluye a Simone Marchi y a Raluca Rufu, del Instituto de Investigación del Sudoeste (SwRI) en Estados Unidos.

Marchi y sus colegas han llegado a la conclusión de que Venus probablemente experimentó impactos de cuerpos celestes a una velocidad mayor y con una potencia mayor que los sufridos por la Tierra. La consecuencia de ello fue que el núcleo de Venus se sobrecalentó hasta el punto de promover el extenso vulcanismo que desde entonces caracteriza al planeta y remodelar por completo su superficie.

La Tierra y Venus se formaron en el mismo vecindario del sistema solar y a partir de un mismo tipo de materia prima. Ambos son planetas rocosos y con masa similar. La ligera diferencia entre sus respectivas distancias al Sol le otorgó a Venus un historial de impactos de cuerpos celestes bastante distinto del de la Tierra, en particular la cantidad y el resultado de tales sucesos. Estas diferencias se deben a que Venus está más cerca del Sol y se mueve más rápido a su alrededor, lo que dinamiza las condiciones de impacto. Además, otros rasgos orbitales propician que los impactos sean más potentes.

Las velocidades de impacto más altas funden más silicatos, y se calcula que en el caso de Venus llegaron a fundir hasta el 82% de su manto. Esto produce un manto mixto de materiales fundidos redistribuidos globalmente y un núcleo sobrecalentado, rasgos que, según todos los indicios, posee Venus.

El estudio se titula "Long-lived volcanic resurfacing of Venus driven by early collisions". Y se ha publicado en la revista académica Nature Astronomy. (Fuente: NCYT de Amazings)