Traducido por el equipo de SOTT.net

La saga de objetos voladores no identificados (OVNI), que dura ya décadas, se precipita hacia una de estas dos sorprendentes conclusiones.
UFO Hearing
© AP Photo/Nathan HowardRyan Graves, director ejecutivo de Americans for Safe Aerospace, de izquierda a derecha, David Grusch, comandante de las Fuerzas Aéreas de EEUU (retirado), y David Fravor, comandante de la Armada de EEUU (retirado), testifican ante un subcomité de Supervisión y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes en una audiencia OVNI, el miércoles 26 de julio de 2023, en el Capitolio de Washington.
O bien el gobierno de EEUU ha montado un extraordinario encubrimiento durante décadas de las actividades de recuperación OVNI y de ingeniería inversa, o bien elementos de defensa e inteligencia están participando en una campaña de desinformación psicológica asombrosamente descarada.

Cualquiera de las dos posibilidades tendría profundas implicaciones para la democracia, el papel del gobierno y quizás también el lugar de la humanidad en el cosmos.

Por estas razones, es imperativo que el Congreso y los organismos federales encargados de hacer cumplir la ley dediquen importantes recursos a investigar una serie de notables acontecimientos relacionados con los ovnis.

Es importante destacar que una tercera explicación de los recientes acontecimientos (que docenas de funcionarios de alto nivel y altamente cualificados han llegado a considerar mitos, rumores y especulaciones sobre ovnis como ciertos) parece cada vez más improbable.

En junio, David Grusch, veterano de la Fuerza Aérea de EEUU y ex funcionario de inteligencia, alegó que elementos del gobierno estadounidense han gestionado secreta e ilegalmente un esfuerzo de recuperación OVNI y de ingeniería inversa durante décadas. Dos funcionarios de Defensa corroboraron los rasgos generales de las asombrosas afirmaciones de Grusch.

Grusch ha declarado que proporcionó una gran cantidad de pruebas altamente clasificadas a las poderosas agencias de investigación interna que supervisan el Departamento de Defensa y la comunidad de inteligencia de EEUU, pero no ha presentado ninguna de esas pruebas públicamente.

Sin embargo, los funcionarios y legisladores que han revisado las pruebas clasificadas de Grusch se están tomando en serio sus extraordinarias alegaciones.

El inspector general de la comunidad de inteligencia consideró "creíbles y urgentes" las alegaciones de Grusch de que se ocultó indebidamente al Congreso información relativa a OVNI". El vicepresidente de Inteligencia del Senado, Marco Rubio (republicano de Florida), confirmó la conclusión del inspector general.

I. Charles McCullough, III, el primer inspector general de la comunidad de inteligencia y ahora abogado en la práctica privada, representa a Grusch y se sentó directamente detrás de él durante una audiencia en el Congreso el 26 de julio. Es extremadamente improbable que un abogado de tan alto perfil y antiguo alto funcionario federal represente a alguien que hace el tipo de afirmaciones extraordinarias que hace Grusch sin pruebas sólidas.

Cuando se le preguntó durante la comparecencia ante el Congreso del 26 de julio si creía que el gobierno de EEUU poseía OVNI, Grusch declaró: "Absolutamente, basándome en las entrevistas a más de 40 testigos durante cuatro años".

Grusch continuó: "Conozco las ubicaciones exactas [de los OVNI recuperados], y esas ubicaciones fueron proporcionadas al inspector general y... a los comités sobre inteligencia [del Congreso]". Críticamente, Grusch declaró: "De hecho, hice que las personas con conocimiento de primera mano proporcionaran una revelación protegida al inspector general".

Es improbable que Grusch, hablando ante el Congreso bajo juramento, cometiera un perjurio tan descarado sobre hechos tan específicos y falsificables, sobre todo con su alto nivel de experiencia.

En este sentido, cabe suponer que más de tres docenas de personas informaron a Grusch de la existencia de un programa de recuperación OVNI y de ingeniería inversa que duró décadas, y que quienes tenían "conocimiento de primera mano" proporcionaron información corroborante al inspector general de la comunidad de inteligencia.

Una teoría de las acusaciones de Grusch es que las personas a las que entrevistó se convencieron de que los mitos y rumores de décadas de programas ultrasecretos de recuperación OVNI y de ingeniería inversa eran ciertos. Sin embargo, dadas las importantes sanciones por hacer declaraciones falsas a un inspector general, es extremadamente improbable que múltiples funcionarios de alto nivel y altamente autorizados afirmen falsamente tener conocimiento de primera mano de mitos y rumores.

Rubio y el representante Mike Gallagher (republicano de Wisconsin), miembro del Comité Permanente Selecto sobre Inteligencia de la Cámara de Representantes, han declarado que varias personas con conocimiento de primera mano de las acusaciones de Grusch han hablado ante el Congreso.

Rubio lo expresó sucintamente: "O bien lo que [Grusch] está diciendo es parcial o totalmente cierto, o tenemos algunas personas realmente inteligentes y educadas con altas autorizaciones y cargos muy importantes en nuestro gobierno que están locas y nos están llevando a una búsqueda inútil".

"La mayoría de estas personas", continuó Rubio, "han tenido altas autorizaciones y altos cargos en nuestro gobierno. Así que uno se pregunta: '¿Qué incentivo tendría tanta gente con ese tipo de cualificación (se trata de gente seria) para presentarse e inventárselo?'".

Esto deja dos posibilidades extraordinarias: que Grusch tenga razón y elementos dentro y fuera del gobierno de EEUU gestionan un esfuerzo de recuperación de OVNI y de ingeniería inversa de décadas de antigüedad (un desarrollo profundo alterador de paradigmas), o, citando a Grusch, que "múltiples estimados y acreditados funcionarios y exfuncionarios" del gobierno "con un largo historial de legitimidad y servicio a este país" están participando en una descarada campaña de desinformación.

Por su parte, los principales legisladores se están tomando muy en serio las acusaciones de Grusch.

El 13 de julio, el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer (demócrata de Nueva York), presentó una medida que afirma el dominio eminente sobre "todas y cada una de las tecnologías recuperadas de origen desconocido... que puedan estar controladas por personas o entidades privadas". También define y contiene dos docenas de referencias a "inteligencia no humana", término utilizado con frecuencia por Grusch para denotar el origen incierto de la tecnología altamente avanzada supuestamente recuperada. La legislación de Schumer se refiere a estos esfuerzos como un "programa de legado".

En una entrevista de NewsNation en profundidad, Grusch también alegó que se han recuperado restos ovnis no humanos. La legislación de Schumer exige que cualquier "prueba biológica de inteligencia no humana" en poder de empresas privadas sea entregada al gobierno federal "en interés del bien público".

El 22 de junio, la senadora Kirsten Gillibrand (demócrata de Nueva York), junto con Rubio y otros dos senadores republicanos, presentó una ley que detendría inmediatamente la financiación precisamente de los tipos de programas ilegales y no declarados descritos por Grusch.

El proyecto de ley también ordena a las personas con conocimiento de tales actividades relativas a ovnis que revelen toda la información pertinente. Concede inmunidad legal si la información se comunica adecuadamente dentro de un plazo definido.

Mientras tanto, los republicanos Tim Burchett (por Tennessee) y Anna Paulina Luna (por Florida), que encabezaron la audiencia del 26 de julio en el Congreso en la que participaron Grusch y dos antiguos aviadores navales, están liderando una iniciativa bipartidista para crear un comité selecto que investigue las acusaciones de Grusch.

Como declaró Rubio, si Grusch está en lo cierto, "hay un grupo de personas que creen poseer algo que no necesitan compartir con nadie, incluidos los funcionarios electos, a los que consideran empleados temporales del gobierno".

Rubio comparó esa dinámica con "un complejo militar interno que es su propio gobierno y no tiene que rendir cuentas ante nadie", lo que, en última instancia, "sería un problema enorme, si es cierto aunque sólo sea parcialmente".

Aunque tales revelaciones sacudirían hasta la médula la confianza pública en el gobierno, esa confianza podría reconstruirse a partir del conocimiento alterador de paradigmas de que la humanidad no está sola en el cosmos.
Marik von Rennenkampff fue analista de la Oficina de Seguridad Internacional y No Proliferación del Departamento de Estado de EEUU, así como miembro de la administración Obama en el Departamento de Defensa.