Traducido por el equipo de SOTT.net

¿Recuerda cómo nos dijeron que "la vacuna se queda en el brazo" y que "la inofensiva proteína espiga sólo se produce durante un par de días"? Dijeron que estaban seguros de ello, a pesar de que no había datos que confirmaran sus afirmaciones.
spike protein study
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1002/prca.202300048
Pues bien, lamentablemente, resulta que nos mintieron. Ya tenemos los datos, ¡y demuestran que esas afirmaciones son erróneas!

Un inteligente estudio científico de Brogna et al., que acaba de publicarse, detectó la presencia de la proteína espiga en personas vacunadas de covid seis MESES después de la vacunación, y excluyó la posibilidad de contaminación cruzada de los datos experimentales con infecciones de covid de circulación salvaje.

Lo que hicieron los científicos

Los autores del estudio utilizaron una prueba sensible, llamada espectrometría de masas, para detectar una secuencia específica de aminoácidos que sólo existe en la proteína espiga inducida por la vacuna.

Para recordar a mis lectores, las vacunas covid de ARNm contienen código genético para producir la llamada "proteína de espiga", un componente del virus SARS-CoV-2 que permite al virus penetrar e infectar las células humanas. Durante el proceso de penetración, denominado "fusión", la viral proteína espiga cambia de forma, convirtiéndose en una especie de lanza que penetra en la superficie celular.

spike protein 1
La única modificación que hicieron tanto Pfizer como Moderna fue "estabilizar por prefusión" la proteína espiga codificada en la vacuna para evitar que cambiara de forma y fuera más estable en el cuerpo humano (puede leer más al respecto aquí).

Los científicos decidieron buscar ese componente proteínico específico, modificado genéticamente.
Diseño experimental: Se utilizó el examen por espectrometría de masas de muestras biológicas para detectar la presencia de fragmentos específicos de la proteína recombinante de espiga en sujetos que recibieron vacunas basadas en ARNm.
Los autores del estudio denominan "PP" a la sustitución con dos aminoácidos de prolina (PP significa prolina-prolina). Son italianos y posiblemente no se dieron cuenta de que "PP" suena mal, por lo que en la mayor parte de la literatura inglesa, la secuencia se denomina "2P". Dejando a un lado el humor de parvulario, los autores del estudio se centran en el componente de la proteína espiga que sólo existe en la vacuna covid y NO en el virus Sars-Cov-2 existente de forma natural.

Para asegurarse de que su hallazgo no es espurio, los científicos incluyeron un grupo de control de personas que nunca recibió la vacuna covid:
El grupo de estudio del sur de Italia fue de 40 sujetos, 20 vacunados con el ciclo completo de la vacuna de ARNm a partir de abril de 2022, formando parte del sector sanitario, y 20 no vacunados con negatividad en Covid-19 por prueba nasofaríngea y sin título de ningún anticuerpo. Se añadieron otras 20 personas no vacunadas que dieron positivo en Covid-19.
Se analizaron los tres grupos.

Resultó que sólo las personas del subgrupo vacunado eran portadoras de la proteína espiga derivada de la vacuna. Y lo que es peor, ¡la proteína espiga de la vacuna se encontró hasta seis meses después de la última dosis!
El específico fragmento espiga-PP se encontró en el 50% de la muestra biológica analizada (figuras 1C-E y 2). Esta presencia fue independiente del título de anticuerpos IgG SARS-CoV-2. Los títulos de anticuerpos tenían una media geométrica de 629,86BAU/mL (figura 1E). El tiempo mínimo de detección de la espiga-PP fue de 69 días tras la vacunación, mientras que el tiempo máximo fue de 187 días. Todos los controles (muestras de individuos no vacunados) fueron negativos. El grupo de control (20 personas no vacunadas) también fue analizado después de contraer Covid-19 y dio negativo para la espiga-PP.
En ninguna parte del estudio se afirma que la producción de la proteína espiga termine después de 187 días, el límite superior de tiempo después de la vacunación fue un artefacto del diseño del estudio.

Esta imagen explica el diseño del estudio, mostrando la localización de la secuencia de aminoácidos de la "proteína de espiga 2P estabilizada":

spike protein 2
Los autores explican el mecanismo probable de producción persistente de la proteína de espiga:
spike protein study 2
Nótese la posibilidad ominosa, "el ARNm puede integrarse o retranscribirse". ¿Qué es esto?

¿La vacuna covid pasa a formar parte del ADN humano?

Obsérvese la frase anterior: "Es posible que el ARNm se integre o se retranscriba en algunas células". La llamada transcripción inversa, es decir, que el ARNm de la vacuna pase a formar parte del genoma del ADN humano en algunas células afectadas, fue descartada en un principio sin pruebas por la llamada "ciencia covid", hasta que se demostró en experimentos in vitro:
Los peores temores hechos realidad: el ARNm de Pfizer se transcribe en el ADN

Se ha publicado un nuevo estudio: Transcripción inversa intracelular del ARNm de la vacuna COVID-19 de Pfizer BioNTech BNT162b2 in vitro en una línea celular de hígado humano. Y lo que dice es lo siguiente, los estudios de laboratorio demuestran que la vacuna de ARNm SÍ se integra en el ADN celular humano. Esto significa que una inyección de la vacuna de Pfizer, tomada aunque sea una vez, cambia permanentemente el ADN de las células afectadas...
Si es así, existe la inquietante posibilidad de que la producción de la proteína espiga de la covid no termine nunca. Para ilustrarlo, el virus VIH, causante del sida, también transcribe en sentido inverso y se integra en el ADN humano, de modo que las células reprogramadas de los enfermos producen sin cesar copias del VIH. Por eso el VIH no puede curarse, sólo suprimirse con fármacos.

Del mismo modo, las células humanas con el código genético de la vacuna covid transcrito inversamente en ellas también pueden producir interminablemente la proteína espiga durante toda la vida de los individuos afectados.

¿Explica esto la tolerancia inmunitaria a la IgG4?

La llamada tolerancia inmunológica, que es una tendencia del organismo a ignorar los agentes patógenos persistentes en lugar de ofrecer una reacción inmunitaria vigorosa, puede ser la razón por la que los vacunados son más susceptibles a infecciones repetidas frecuentes y a una eliminación más lenta del virus.

La tolerancia inmunitaria es perfectamente aceptable para los alérgenos, irritantes que no se replican y existen de forma persistente. Ignorar los alérgenos en lugar de sufrir la molesta fiebre del heno es la razón por la que la tolerancia inmunitaria es una buena respuesta a irritantes ambientales como el polen o el polvo.

Sin embargo, la tolerancia inmunológica es mortal cuando se trata de resistir a patógenos vivos que se replican.

Un organismo inmunotolerante es similar a una víctima de robo tolerante, que permanece pasivamente sentada mientras saquean su casa sin oponer resistencia. El robo puede parecer "leve", pero los ladrones se llevan el botín... y volverán otra vez. Una y otra vez.

Lea más aquí:
La tolerancia inmunitaria a la IgG4 causada por el refuerzo explica el exceso de mortalidad y la "covid crónica"

Rintrah Radagast publicó ayer un artículo muy importante. Nos muestra una posible explicación de por qué el exceso de mortalidad está relacionado con los refuerzos covid, por qué la asociación de las vacunas covid con la mortalidad se refuerza a medida que pasa el tiempo en lugar de disminuir, y por qué...
La publicación a la que se hace referencia más arriba explica la tolerancia inmunitaria, por qué es mala para la Covid-19 y cómo funciona.

Lo que la publicación anterior no explora completamente es la razón por la que la vacunación induce tolerancia inmunológica.

El estudio de Brogna et al. que estamos discutiendo nos muestra el mecanismo de por qué se desarrolla la tolerancia inmunitaria a la proteína espiga. La razón es que la proteína espiga, producida sin fin, parece un "irritante ambiental" para el organismo vacunado en lugar de ser visto como un peligroso intruso.

Deberían haber comprobado esto antes de imponer estas vacunas

Aprecio enormemente el minucioso y difícil trabajo de Brogna y sus coautores, que examinaron cuidadosamente la presencia de la proteína espiga en las personas vacunadas, utilizaron adecuadamente sujetos de control para descartar la Covid-19 como causa alternativa, etcétera.

No aprecio la "ciencia covid", que mintió acerca de que las vacunas covid eran "seguras y eficaces". Cuando entramos en nuestra novena oleada de covid y los vacunados se infectan y reinfectan las vacunas resultaron ser ineficaces. Peor aún, también resultaron ser inseguras, como demuestran este estudio y muchos otros.

Lamentablemente, las vacunas covid no vienen con el interruptor de apagado, y no hay manera de detener la producción de esta persistente proteína de espiga.

Esperanza para las personas vacunadas

No quiero terminar esta publicación con una nota negativa. Quiero señalar que el estudio encontró que sólo la MITAD de los vacunados sufrían de la presencia continua de la proteína espiga de la vacuna en su sangre. La otra mitad, afortunadamente, está bien.

Por lo tanto, todos los vacunados tienen la esperanza de no ser los individuos que sufran esta producción continua de espiga. Hay esperanza para todos los que nos vacunamos o tenemos seres queridos afectados.

Curiosamente, al igual que sólo la mitad de los vacunados siguen dando positivo en la prueba de la espiga seis meses después de la vacunación, sólo la mitad de los vacunados llega a desarrollar tolerancia inmunológica. ¡Un proceso puede ir con el otro!

Esta no es una publicación anticientífica

Algunos críticos pueden acusarme de estar en contra de la ciencia sólo porque hablé negativamente de los charlatanes que promovieron las vacunas covid no probadas. Lejos de eso, me encanta la buena ciencia y siempre me complace destacar investigaciones importantes que salvan vidas, como el estudio que he citado.

Tengo grandes esperanzas de que termine el periodo de oscuridad en la ciencia causado por el conformismo, la corrupción y las ideologías radicales antihumanas, y la investigación vuelva a centrarse en el ser humano, abierta a la crítica y al progreso.

¿Cree que la ciencia estará al servicio de las personas en el futuro?