Traducido por el equipo de SOTT.net

La Historia, con tintes de justicia poética, nos ha presentado esta semana el contraste definitivo y flagrante entre la geopolítica del pasado, representada en un incendiario rincón del sudoeste asiático, y la geopolítica del futuro, representada en Pekín, en Asia Oriental, una de las capitales de la multipolaridad emergente
putin xi
© Sergey KarpuhinEl Presidente chino Xi Jinping y el Presidente ruso Vladímir Putin se dan la mano durante su reunión en el Kremlin en Moscú, Rusia.
Empecemos por el futuro. El III Foro de la Franja y la Ruta celebrado en Pekín funcionó como una especie de hoja de ruta para la integración económica y de infraestructuras de Eurasia. Estuvo precedido por la publicación, el 10 de octubre, por parte del Consejo de Estado de la República Popular China, de un libro blanco bastante detallado sobre las Nuevas Rutas de la Seda, o Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), el actual concepto global de política exterior de China para el futuro inmediato.

La BRI, definida inicialmente como OBOR (Un Cinturón, Una Ruta) fue lanzada hace 10 años por el presidente Xi Jinping, primero en Astaná, Kazajstán (parte del "cinturón", como en una serie de cinturones económicos) y luego en Yakarta, Indonesia (parte de la "ruta", como en la Ruta Marítima de la Seda).

Diez años, casi 150 países participantes y más de un billón de dólares en inversiones chinas después, el libro blanco lo resumía todo: la BRI avanza sin cesar como plataforma multicapa del comercio y la conectividad internacionales; como mecanismo para desarrollar vastas franjas del Sur Global/Mayoría Global; y como contrapartida práctica a la hegemonía occidental.

La mayor parte de los proyectos de la BRI se refieren a industrias de extracción y corredores de transporte. No es casualidad que las principales industrias de extracción se concentren en Rusia y el Golfo Pérsico, lo que está íntimamente ligado al complejo impulso estratégico de Pekín para eludir la contención hegemónica y los casos de guerra híbrida.

Así pues, no es de extrañar que el invitado de honor del Foro 2023 fuera el presidente Putin; y todos los debates dejaron bastante claro que Rusia será a partir de ahora un socio aún más clave de la BRI; en consonancia con la profundización de la asociación estratégica Rusia-China, los liderazgos enteros están totalmente sincronizados.

Fiel al meticuloso protocolo chino, cargado de simbología, también fue inevitable que a la entrada de la cena de gala del Foro el primero fuera el invitado de honor, Putin. Justo tras él, los líderes de Asia Central (Tokayev y Mirziyoyev, de Kazajstán y Uzbekistán) y del Sudeste Asiático (Joko Widodo, de Indonesia).

A continuación: la Ruta de la Seda del Norte

El Presidente Xi anunció que los participantes en la cumbre empresarial del Foro cerraron nuevos acuerdos de infraestructuras por valor de la friolera de 97.200 millones de dólares.

Este es el nuevo paradigma. Compárese con el viejo paradigma de las guerras eternas: la Casa Blanca trabajando en un paquete de 100.000 millones para financiar las guerras entre Ucrania e Israel.

El cara a cara de tres horas entre Putin y Xi fue crucial en más de un sentido. Fue una ilustración gráfica del impulso conjunto de Rusia y China hacia un mundo multipolar. Y de la BRI trabajando codo con codo con el próximo BRICS 11 (en vigor el 1 de enero, cuando Rusia inicie su presidencia del BRICS).

Putin, astuto como un zorro, comentó que no podía decirnos "todo" lo que había hablado con Xi. Lo que sí pudo decir es que repasaron "toda la agenda bilateral, muchos temas ahí: es la economía, las finanzas, la interacción política y el trabajo conjunto en plataformas internacionales".

Además, "también discutimos en detalle la situación en Oriente Medio. También informé detalladamente al Presidente sobre la situación en la vía ucraniana. Todos estos factores externos son amenazas comunes. Refuerzan la interacción ruso-china".

China y Rusia firmaron el mayor acuerdo de su historia común para el suministro de cereales: 2,5 billones de rublos por 70 millones de toneladas de cereales, leguminosas y semillas oleaginosas durante 12 años.

Esto destruye por completo los escenarios de ensueño de la tierra laboratorio de ideas estadounidense, que aboga por un bloqueo naval como estrategia clave para contener a China y privarla de alimentos y materias primas.

En el frente energético, Xi esperaba que el gasoducto ampliado Poder de Siberia II, o gasoducto Rusia-Mongolia-China, lograra "avances sustanciales" lo antes posible.

Aunque Putin subrayó el "respeto por la diversidad civilizatoria" de Rusia y China, así como el derecho de cada civilización-estado a su propio modelo de desarrollo, lo que realmente destacó fue su detallada explicación de los corredores de conectividad.

Putin destacó cómo "se está formando un corredor Norte-Sur en la parte europea de Rusia, desde el Báltico hasta Irán. Allí se organizará una comunicación ferroviaria sin fisuras".

Era una referencia directa al Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), cuyos ejes principales son Rusia, Irán e India. Este corredor se interconectará, a medio y largo plazo, con los corredores euroasiáticos centrales de la BRI.

Putin añadió que "otros tramos pasarán por Siberia, los Urales y Yamal. Se construirá el Paso Marítimo del Norte, hasta el Océano Ártico. Las rutas ferroviarias irán de Siberia central al sur: a los océanos Índico y Pacífico (...) También pasará un corredor del Ártico al sur: se construirá una línea ferroviaria de BAM a Yakutia, puentes sobre el Lena y el Amur, se modernizarán las autopistas y se crearán terminales de aguas profundas".

La caracterización que hace Putin de la Ruta Marítima Septentrional es especialmente crucial:

"Todos estos corredores de transporte de norte a sur en la parte europea de Rusia, en Siberia y en Extremo Oriente abren la posibilidad de conectar e integrar directamente la Ruta Marítima Septentrional con los grandes centros logísticos del sur de nuestro continente, en la costa de los océanos Índico y Pacífico. En lo que respecta a la Ruta Marítima Septentrional, Rusia no se limita a invitar a sus socios a utilizar activamente su potencial de tránsito. Permítanme decir más: invitamos a los Estados interesados a participar en su desarrollo directamente y estamos dispuestos a proporcionar una navegación, comunicación y abastecimiento de hielo fiables. Ya el año que viene, la navegación para los buques de carga de clase hielo a lo largo de toda la Ruta Marítima Septentrional será todo el año. La creación de las mencionadas rutas logísticas y comerciales internacionales y regionales refleja objetivamente los profundos cambios que se están produciendo en la economía mundial".


Comentario: Por alguna razón (quizá por los datos objetivos) Rusia no apuesta su economía a "un Ártico sin hielo todo el año" y a que "los niños nunca conozcan la nieve", como hacen los ideólogos de Occidente: La cantidad de hielo marino en el Ártico sorprende a dos petroleros rusos y retrasa las entregas


Así que aquí tenemos a Putin invitando personalmente a empresas y negocios de todo el Sur Global a invertir directamente en la integración de toda Eurasia. Y para los que no captaron el mensaje, el canal de Suez, para muchos en todo el Sur Global, pronto se convertirá en una reliquia del pasado (geoeconómico).

Los escitas a caballo se pasan a la alta tecnología

El Foro fue una ilustración gráfica de que la BRI, una plataforma abierta (concepto ininteligible en Occidente) va mucho más allá del comercio, el desarrollo de infraestructuras y los corredores de conectividad. Se trata también de la interacción intercultural y de esos tristemente célebres, definidos por Xi, "intercambios entre personas", dando ejemplo en lo que respecta a la coexistencia de civilizaciones.

Los centroasiáticos y los asiáticos del sudeste confraternizaron por doquier. El húngaro Viktor Orbán estaba encantado de hablar con todo el mundo sin ser tachado de "autoritario" contrario a los "valores" de la UE. La delegación de talibanes (*) mejoró sus contactos cuando no estaban discutiendo la inversión china en cobre y la construcción de una nueva carretera a través del corredor de Wakhan que conecta directamente el norte de Afganistán con Xinjiang.

Es como si se tratara de una remezcla de alta tecnología del espíritu de las antiguas Rutas de la Seda, cuando los jinetes nómadas escitas, aficionados a las joyas de oro y la seda china, abrieron un nuevo frente comercial actuando como intermediarios que facilitaban el comercio a través de Eurasia entre Asia y Europa.

Europa, por cierto, y todo el Occidente colectivo fueron casi invisibles en el Foro de la Franja y la Ruta.

Lo que nos lleva al mito de un Occidente universalista que ahora está hecho jirones.

Los puntos de inflexión clave, últimamente, han sido la humillación hegemónica en Afganistán; el colapso del Proyecto Ucrania (con la humillación cósmica entrante de la OTAN); y el colapso de la supuestamente incomparable inteligencia israelí en Palestina, vengada ciegamente mediante el castigo colectivo.

Compárese todo eso con Putin-Xi en Pekín. Las debacles acumuladas apuntan a la inexorable disolución del proyecto occidental del "fin de la Historia". Y la cosa empeora: el nuevo paradigma geoeconómico debatido en Pekín seguirá acelerando el despiadado e implacable ensañamiento, económico y geopolítico, de "la nación más poderosa de la historia del mundo" (derechos de autor, la Casa Blanca).

Los estadounidenses están absolutamente aterrorizados, entre otras cosas, por el hecho de que Irán y Arabia Saudí estén elaborando ahora juntos una estrategia de gran envergadura: la consecuencia inevitable de una distensión urdida primero por los rusos y luego por los chinos.

Los estadounidenses están absolutamente paralizados por el hecho de que la BRI y el BRICS 11 ya están inmersos en el proceso de poner patas arriba el modelo de negocio imperial y neocolonial de Occidente.

Putin, Xi y los invitados al Foro de la Franja y la Ruta dejaron muy claro que se trata esencialmente de nuevas cadenas de suministro de materias primas; nuevas y mejoradas Rutas Marítimas de la Seda; y eludir los puntos de estrangulamiento controlados por Occidente; como muestra el mapa (adjunto). Todo ello conduce a un laberinto interconectado que incluye la BRI, los BRICS, la EAEU y la OCS.

El BRICS 11 liderado por Rusia y China --y más allá (Putin dio a entender que Indonesia se convertirá en uno de los nuevos miembros en 2024)-- ya está dando la vuelta a todas las fantasías de Mackinder, en el camino hacia la unificación de Eurasia y la configuración de Afro-Eurasia como un centro extendido, pacífico y predominante.

(*) Los talibanes están bajo sanciones de la ONU por actividades terroristas.