Traducido por el equipo de SOTT.net

Los sismólogos descubrieron señales sísmicas únicas ocho meses antes del destructivo terremoto que sacudió Turquía y Siria en 2023, lo que aumenta las esperanzas de poder predecir los grandes terremotos. Los retos persisten, por lo que se hace hincapié en la investigación en curso y en un optimismo cauteloso.
morroco earthquake damage 2023
© ABC7FOTO DE ARCHIVO: Supervivientes se abren paso entre los escombros cerca de Marrakech, Marruecos, después de que un terremoto de magnitud 6,8 sacudiera la ciudad el 9 de septiembre de 2023
Los sismólogos informan de un estudio pionero que sugiere que podrían predecirse terremotos importantes identificando señales de alerta temprana varios meses antes del suceso.

La investigación, publicada en Nature Communications, se centró en el devastador terremoto de magnitud 7,8 que se produjo en Turquía y Siria en febrero de 2023, y sacó a la luz señales sísmicas únicas aproximadamente ocho meses antes del seísmo.

El seísmo causó estragos, cobrando más de 50.700 vidas, causando el doble de heridos y provocando cuantiosos daños en 4 millones de edificios, incluida la destrucción de unos 345.000 apartamentos.

La predicción de terremotos sigue constituyendo un inmenso desafío, lo que ha motivado la continua exploración de señales de advertencia para mejorar la preparación ante tales acontecimientos catastróficos.

Zona de falla y grupos de señales

El terremoto de Turquía-Siria se originó en la zona de fallas de Anatolia Oriental y comenzó en una falla secundaria antes de propagarse a la falla principal.

El estudio detectó un aumento de las señales sísmicas y una mayor liberación de energía a unos 65 kilómetros del epicentro unos ocho meses antes del terremoto. En particular, estas señales se manifestaron en una falla secundaria, a menudo pasada por alto en las evaluaciones sísmicas.


Comentario: Otro presagio de terremotos importantes es la aparición de nubes anómalas unos días antes de que se produzcan.


Aunque la autora principal del estudio, Patricia Martínez-Garzón, reconoce la capacidad de percibir cambios en la actividad de las fallas, determinar el tamaño exacto de un terremoto inminente sigue siendo un reto.

Las técnicas de predicción, aunque valiosas, se topan con variaciones en los procesos de nucleación de los terremotos según los distintos fenómenos, lo que hace que las alertas inmediatas sean actualmente inalcanzables.

Martínez-Garzón insistió en la necesidad de seguir investigando para discernir cuándo estas señales pueden indicar con fiabilidad un terremoto inminente.

La combinación de observaciones de campo con experimentos de laboratorio se considera crucial para avanzar en la comprensión y contribuir potencialmente a la predicción de terremotos.

Teniendo en cuenta la inmensa destrucción causada por los grandes terremotos, cualquier avance en las técnicas de predicción tiene un valor significativo.

Los científicos especializados en peligros y riesgos subrayan la importancia de casos como este para comprender mejor los procesos que conducen a los grandes terremotos.