Traducido por el equipo de SOTT.net

En un estudio recientemente publicado en la revista Brain, Behavior, and Immunity, los investigadores han descubierto una conexión sorprendente: las personas con niveles más altos de inflamación, como lo demuestra un marcador conocido como proteína C reactiva, tienden a usar las redes sociales con más frecuencia.
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Históricamente, la inflamación se ha relacionado con numerosas afecciones de salud, desde enfermedades cardíacas hasta artritis reumatoide. A nivel psicológico, investigaciones anteriores han sugerido que la inflamación sistémica podría influir en el comportamiento, en particular en las afiliaciones sociales, lo que tiene sentido desde un punto de vista evolutivo. Cuando nuestros antepasados se enfrentaron a infecciones, es posible que se hayan visto obligados a buscar conexiones sociales para aumentar sus posibilidades de supervivencia. Sin embargo, en el mundo digitalizado de hoy, las plataformas de redes sociales sirven como una salida importante para estas afiliaciones.

Para los investigadores David Lee, Tao Jiang, Jennifer Crocker y Baldwin Way, la relación entre la inflamación y nuestras interacciones sociales modernas tenía más que desentrañar. Basándose en evidencia reciente, la presente investigación postuló que los niveles más altos de inflamación podrían estar asociados con un mayor uso de las redes sociales. Esto se basa en la teoría de que la inflamación puede mejorar las motivaciones para buscar conexiones sociales; en un contexto moderno, esto se hace a través de plataformas como Facebook, Twitter o Instagram.

Para investigar esta teoría, los investigadores realizaron tres estudios con un total combinado de 524 estudiantes universitarios de tres universidades canadienses diferentes. Estos estudiantes proporcionaron muestras de sangre para medir los niveles de proteína C reactiva, un indicador establecido de inflamación sistémica. También completaron cuestionarios sobre sus hábitos en las redes sociales, capturando detalles como la frecuencia, el tipo y la duración de su uso. Este enfoque permitió a los científicos evaluar si existía un vínculo directo entre los marcadores de inflamación y el comportamiento social en línea.

Incluso después de ajustar por variables como el género, los rasgos de personalidad y los síntomas depresivos, surgió un patrón claro: los estudiantes con niveles más altos de proteína C reactiva informaron un uso más frecuente y prolongado de las redes sociales. En otras palabras, los participantes con más inflamación aparentemente se sintieron más atraídos hacia las redes sociales, tal vez como un método moderno para satisfacer sus necesidades intrínsecas de afiliación social.

"El presente estudio encontró que la inflamación sistémica se asocia con un mayor uso de las redes sociales entre los adultos de mediana edad y los estudiantes universitarios", afirmaron los investigadores. "El estudio de la inflamación y los comportamientos sociales en las redes sociales presenta una oportunidad fascinante para comprender los efectos sociales de la inflamación en la vida diaria".

Estos hallazgos arrojan luz sobre un vínculo previamente no reconocido entre nuestro estado fisiológico y nuestros comportamientos digitales. La presente investigación destaca un posible antecedente biopsicosocial del uso de las redes sociales. A medida que sigamos entendiendo los factores que influyen en nuestros hábitos en línea, el papel de las señales biológicas internas podría convertirse en un área de estudio cada vez más importante.

Como toda investigación, este estudio debe verse con una lente objetiva y reconocer limitaciones. Si bien se identificó la relación entre la inflamación y el uso de las redes sociales, el estudio fue correlacional y no prueba necesariamente que la inflamación cause directamente un mayor uso de las redes sociales. Además, la investigación combinó resultados de tres estudios individuales, cada uno con su propia metodología y muestra únicas. Esto plantea desafíos a la hora de hacer comparaciones directas. El estudio también midió ampliamente el uso de las redes sociales, sin profundizar en comportamientos específicos en plataformas individuales que podrían ofrecer información más matizada.

El estudio, "¿Puede la inflamación predecir el uso de las redes sociales? Vinculando un marcador biológico de inflamación sistémica con el uso de las redes sociales entre estudiantes universitarios y adultos de mediana edad", fue escrito por David Lee de la Universidad de Buffalo, así como por Tao Jiang de la Northwestern University y Jennifer Crocker y Baldwin Way de la Universidad Estatal de Ohio.