Traducido por el equipo de SOTT.net

Se han identificado las identidades de los ocupantes de las intactas tumbas Reales del siglo IV a. C. en Vergina, al norte de Grecia. Los entierros contienen los restos del padre, la madrastra, los medios hermanos y el hijo de Alejandro, junto con armaduras y otros objetos pertenecientes al propio hombre.
The tomb of Phillip II at Aigai
© Guillén Pérez/CC by-ND 2.0La tumba de Filipo II en Aigai.
Si bien nunca ha habido ninguna duda de que los restos de esqueletos humanos encontrados en las tumbas Reales I, II y III pertenecen a parientes cercanos de Alejandro, los estudiosos han pasado casi medio siglo discutiendo sobre quién se encuentra exactamente dentro de cada tumba.

Los investigadores examinaron los elementos esqueléticos con ayuda de macrofotografía, radiografías y disección anatómica. Los autores del estudio combinaron análisis osteológicos, fotografías macro, rayos X y disecciones anatómicas de los restos antiguos con fuentes históricas del pasado antiguo.

Se encontró una fusión de rodilla en el esqueleto masculino de la Tumba I, lo que coincide con la evidencia histórica de la cojera del rey Filipo II. Los investigadores también descubrieron que la Tumba I contenía los huesos de un hombre con una rodilla lesionada, así como de una mujer y un bebé, que tenía apenas unos días o semanas de vida en el momento de su muerte.

Los investigadores concluyen que la figura masculina era el padre de Alejandro Magno, el rey Filipo II de Macedonia, conocido por cojear. La edad extremadamente temprana del bebé también es consistente con la historia del asesinato de Filipo en el 336 a. C.

Según la mayoría de las fuentes, Filipo II fue asesinado por su guardaespaldas sólo unos días después de que su esposa Cleopatra diera a luz. Se cree que el asesinato fue ordenado por la anterior esposa de Filipo, Olimpia, madre de Alejandro Magno. Casi inmediatamente después del asesinato, Olimpia mató a Cleopatra y a su bebé, posiblemente quemándolos vivos, allanando el camino para que Alejandro sucediera en el trono.

Burial urn
© WikipediaLa urna funeraria que contiene los restos del rey Filipo II de Macedonia.
Anteriormente, algunos estudiosos afirmaron que Filipo II habría sido enterrado en la Tumba II, que también alberga los restos de un hombre y una mujer. Sin embargo, la ausencia de un bebé, combinada con la ausencia de signos evidentes de trauma físico en el esqueleto masculino, elimina esta posibilidad.

Los investigadores concluyeron que la Tumba II pertenecía a la "mujer guerrera" Adea Eurídice, esposa del medio hermano de Alejandro, el rey Arrideo. Llegaron a esta conclusión basándose en evidencia esquelética que mostró síntomas de haber montado a caballo en exceso.

"Debido a representaciones y descripciones antiguas, algunos estudiosos han sugerido que algunos de los objetos de la Tumba II, como la armadura, pertenecieron a Alejandro Magno, lo que sólo es posible si se trata de la Tumba de Arrideo, no de Filipo II", escribe los autores.

Por lo tanto, se determina que estos restos son los del "mucho menos impresionante hermano de Alejandro" y su bastante impresionante esposa guerrera. Las fuentes insinúan que se trataba de un matrimonio desigual porque el rey tenía una discapacidad mental.

La evidencia presentada respalda la conclusión de que la Tumba I pertenece al rey Filipo II, su esposa Cleopatra y su hijo recién nacido. La tumba II pertenece al rey Arrideo y su esposa Adea Eurídice.

Por último, los autores del estudio no descubren evidencia que cuestione la creencia generalizada de que Alejandro IV, el hijo adolescente de Alejandro Magno, esté enterrado en la Tumba III.

El estudio fue publicado en Journal of Archaeological Science: Reports.

https://doi.org/10.1016/j.jasrep.2023.104279