Las fuertes heladas que azotaron la Columbia Británica, en Canadá, en enero causaron importantes daños a los viñedos. Como consecuencia, este año la producción local de uva y vino podría ser entre un 97 y un 99 por cien inferior a la habitual.
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Un informe de la Asociación de Productores de Vino de la provincia canadiense señala que entre el 11 y el 15 de enero de 2024, las temperaturas en el valle de Okanagan cayeron por debajo de -20 grados centígrados durante más de 50 horas, que es el umbral de riesgo para las vides.

"La combinación de bajas temperaturas y un largo tiempo de exposición provocaron un daño devastador", señala Ben-Min Chang, viticultor del Centro de Investigación y Desarrollo de Summerland, dependiente del Ministerio de Agricultura y Agroalimentación de Canadá.

"El frío está matando las yemas de las vides", explica Chang. Sólo entre el 1 y el 3 por ciento de los brotes de vid sobrevivieron a las heladas.

"Los daños en las yemas son importantes. Más del 90 por cien de los brotes [...] están muertos, descoloridos, lo que preocupa a todo el mundo", afirma Gordon Fitzpatrick, propietario de un viñedo.

En diciembre de 2022 otra ola de frío extremo congeló las yemas de las vides en el valle de Okanagan. A pesar de que el episodio de frío fue menos duradero, la producción local de uva y vino se redujo en un 58 por cien al año siguiente.

"Parece como si se estuviera acumulando", dice Myles Produn, director de la Asociación de Productores de Vino de Columbia Británica. "Esta segunda helada que acabamos de vivir será perjudicial. No tener acceso al mercado, no tener vino para vender, es un momento muy, muy preocupante para el sector", dice Produn.

La reducción de ingresos podría alcanzar más de 440 millones de dólares para el sector vinícola de la Columbia Británica. Los viñedos y las bodegas perderán entre 340 y 346 millones de dólares, pero la reducción de la producción también afectará a otras partes de la cadena de suministro. Es probable que los proveedores y distribuidores pierdan entre 97 y 99 millones de dólares.

"Es muy preocupante", afirma Mark Hicken, consultor del sector vitivinícola y fundador de Alca Intelligence. "La industria se verá afectada durante varios años por cosechas muy reducidas o prácticamente inexistentes", añade. "La mayoría de las pequeñas y medianas bodegas se encontrarán en un gran peligro económico, ya que simplemente no es posible sobrevivir durante un largo período sin unos ingresos normales", señala Hicken.

"Sin un plan de rescate, la mayoría de las bodegas, especialmente las pequeñas y medianas, se encontrarán en graves dificultades", concluye Hicken.

Roly Russell, secretario parlamentario de desarrollo rural, dijo que el gobierno está "ayudando a los agricultores a afrontar los desafíos relacionados con el clima que enfrentan". El año pasado se pagaron alrededor de 27 millones de dólares en compensación a los productores que perdieron sus cultivos debido a la helada de 2022.

El partido BC United pide la creación de un grupo de trabajo de emergencia con la industria vitivinícola de Columbia Británica y el gobierno federal que tendría como objetivo desarrollar soluciones para afrontar los próximos años.

Aunque las consecuencias a largo plazo para los viñedos no se podrán estimar con precisión hasta finales de año, los viticultores tendrán que invertir en la replantación de vides destruidas por el frío. "Los efectos pueden persistir durante varios años, porque lleva tiempo recuperarse de los daños", afirma Chang, de Agriculture and Agri-Food Canada. "Tenemos que podar cada cepa o replantar, lo que requiere tiempo y esfuerzo".