Ayer el presidente checo, Petr Pavel, anunció que dentro de «unas pocas semanas" Ucrania recibirá 800.000 obuses adquiridos a terceros países por una coalición de 18 países.
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"Hemos recaudado el importe para comprar las municiones", dijo Pavel a la prensa, sin concretar la cantidad. "Si no hay problemas fundamentales, las municiones podrían entregarse a Ucrania en unas pocas semanas", añadió Pavel, que es un antiguo general de la OTAN.

Junto con otros socios de la OTAN, incluidos Dinamarca y Canadá, la República Checa identificó "medio millón de municiones del calibre 155 y 300.000 municiones del calibre 122" disponibles en terceros países. Luego fue necesario recaudar 1.380 millones de euros para financiar la compra.

La iniciativa tenía como objetivo compensar las deficiencias de la industria de defensa europea, que lucha por satisfacer la demanda ucraniana de proyectiles de artillería ante los avances rusos.

Entre los países contribuyentes se encuentran Bélgica, Gran Bretaña, Dinamarca, Francia, Alemania, Lituania, Países Bajos, Noruega y Suecia. La Unión Europea se había comprometido a enviar a Kiev un millón de proyectiles para marzo, pero sólo se entregó una tercera parte.

El portavoz del gobierno alemán, Steffen Hebestreit, no cuantificó con precisión la suma que Alemania pretende aportar. Calificó de "muy buena" una iniciativa destinada a paliar la actual escasez de proyectiles de artillería en Ucrania y las dificultades de la industria de defensa europea, que es incapaz de aumentar rápidamente su producción.

Bruselas quiere impulsar el rearme de los 27

El martes la Comisión Europea dijo que quería impulsar el rearme. Bruselas propone financiar parte de las compras de armas decididas conjuntamente por los 27, como ya se ha hecho con las municiones.

"La amenaza de guerra puede no ser inminente, pero no imposible", afirmó Ursula von der Leyen la semana pasada en Estrasburgo, pidiendo a los europeos "despertar urgentemente". Es esencial "reconstruir y modernizar las fuerzas armadas de los 27", después de décadas de recortes presupuestarios tras el fin de la Unión Soviética a principios de los años noventa.

El programa de compra de municiones Asap permitirá, según el comisario europeo Thierry Breton, aumentar la capacidad de producción europea anual hasta dos millones de proyectiles para el año que viene, frente a menos de una cuarta parte de esta cifra antes del inicio de la Guerra de Ucrania.

El programa reproduce lo que se hizo durante a pandemia con las vacunas, es decir, firmar un contrato marco por el cual la Comisión adelanta el dinero, permitiendo a los Estados miembros relanzar su industria para optar al contrato.

A largo plazo la Comisión quiere lanzar grandes proyectos europeos de defensa en ámbitos como la informática, el espacio y la protección de los fondos marinos tras el sabotaje de los gasoductos en el Mar Báltico en septiembre de 2022.