El mundo ha estado bajo la cuarentena del Covid-19 durante unos dos meses, gracias a nuestros líderes promotores del miedo, que han estado comparando la pandemia de coronavirus con una situación de guerra y aparentemente compitiendo entre sí para ver quién puede someter a sus poblaciones a las medidas más draconianas. Y afirman que todo esto es necesario para salvar vidas.
Estar en casa salva vidas.
No importa que como consecuencia de la cuarentena sea probable que mueran MÁS personas de las que habrían muerto de otra manera, debido a una variedad de problemas, empezando por
el cierre de la atención primaria de la salud, y particularmente en los "focos rojos del Covid-19",
como el Reino Unido. Así que una extraña "guerra" está ocurriendo donde la gente se ve obligada a sentarse en casa y a darse un atracón de Netflix, mientras que se aterrorizan hasta la sumisión por las afirmaciones salvajemente exageradas de los medios de comunicación sobre
las cifras de casos/muertes obtenidas de manera dudosa, y mientras los ancianos y los vulnerables pagan el precio más alto. Parece entonces que cuando se usa la justificación de "salvar vidas", se puede hacer literalmente cualquier cosa; como matar a un montón de gente. No deberíamos sorprendernos, porque sólo en los últimos 20 años, varias guerras, lideradas por gobiernos occidentales que mataron, literalmente, a más de 1,5 millones de personas, se justificaron por la necesidad de "salvar gente".
Al final de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos lanzaron dos bombas nucleares sobre ciudades japonesas, en Hiroshima y Nagasaki,
matando a aproximadamente 200.000 civiles.
Oficialmente, también se hizo
"para salvar vidas". Cualesquiera que sean los crímenes inmorales contra la humanidad que se cometan, se racionalizan como necesarios para un bien mayor, incluso si eso significa hacer volar en pedazos a cientos de miles de personas con armas de destrucción masiva.
Si se puede hacer creer a la gente que el bombardeo nuclear de Japón se hizo para "salvar vidas"; si se puede hacer creer a la gente que invadir y ocupar Irak y matar a 1,5 millones de iraquíes fue para "salvarlos", entonces seguramente no es una gran tarea convencerlos de que someter a un tercio de la población mundial a prisión domiciliaria y arriesgarse a la destrucción de la economía mundial, también "salvará vidas".
Siempre hay cuentos de hadas para los niños y verdades duras para los adultos. El cuento de hadas se ofrece para que la gente se sienta cómoda y segura. La verdad, por otro lado, es lo que es, no algo que pueda ser moldeado y distorsionado para producir "el sentimiento correcto". Los adultos que permanecen como niños, creyendo en los cuentos de hadas, son peligrosos porque toman o apoyan acciones que pueden tener consecuencias muy serias para ellos mismos y para la sociedad en su conjunto.
Comentario: Más información: