Aunque la filantropía se considera como un acto noble, parece que algunos filántropos hacen más daño con los millones que donan. Bill Gates, cofundador de Microsoft en 1975, es quizás uno de los filántropos más peligrosos de la historia ya que ha invertido miles de millones de dólares en iniciativas mundiales de salud que se basan en un terreno científico y moral inestable.

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Las respuestas de Gates a los problemas del mundo se centran en generar ganancias corporativas a través de medios tóxicos, ya sea agricultura química y OGM, o medicamentos farmacéuticos y vacunas. Es raro que Gates promueva una vida sana o estrategias de salud holísticas y económicas.

Gates hace donaciones de miles de millones a empresas privadas


Un artículo publicado el 17 de marzo de 2020 en el semanario The Nation titulado, "Bill Gates' Charity Paradox", detalla "los riesgos morales que rodean a la empresa caritativa de la Fundación Gates de 50 mil millones de dólares, cuyas actividades en expansión durante las últimas dos décadas se han investigado bajo una supervisión gubernamental o de escrutinio público notablemente escasos".

Como se señaló en este artículo, Gates descubrió una manera fácil de ganar poder político, "una que permite a los multimillonarios no elegidos formar parte de la política pública", es decir de la caridad. Gates ha descrito su estrategia de caridad como "filantropía catalítica", que es donde las "herramientas del capitalismo" se aprovechan para beneficiar a las personas de bajos recursos.

El único problema es que los verdaderos beneficiarios de los esfuerzos filantrópicos de Gates son aquellos que ya son ricos más allá de lo que se puede imaginar, incluyendo la propia fundación caritativa de Gates.

Por otro lado, las personas de bajos recursos, terminan con soluciones costosas como semillas de OGM patentadas y vacunas que en algunos casos provocan más daño. (Para ver algunos ejemplos, consulte las siguientes referencias). The Nation informa:
"A través de una investigación de más de 19 000 donaciones caritativas que la Fundación Gates ha otorgado en las últimas dos décadas, The Nation ha descubierto cerca de 2000 millones de dólares en donaciones deducibles de impuestos a empresas privadas ... que tienen la tarea de desarrollar nuevos medicamentos, mejorar el saneamiento del mundo, desarrollar productos financieros para consumidores musulmanes y difundir las buenas noticias sobre este trabajo.

De hecho, la Fundación Gates donó 2 millones de dólares a Participant Media para promocionar la película documental de Davis Guggenheim titulada 'Waiting for Superman', que impulsa uno de los esfuerzos de caridad realizados la fundación y las escuelas charter, que son escuelas públicas administradas de forma privada.

Esta donación caritativa es una pequeña participación de los 250 millones de dólares que la fundación ha dado a las compañías de medios y otros grupos para influir en las noticias.

'La cantidad que la Fundación Gates regala a las corporaciones ha sido un desarrollo sin precedentes... algo que en realidad considero asombroso', dice Linsey McGoey, profesora de sociología en la Universidad de Essex y autora del libro 'No Such Thing as a Free Gift'.

Han creado uno de los precedentes más problemáticos en la historia de las donaciones a fundaciones al permitir que las corporaciones se vean a sí mismas como demandantes de caridad cuando las ganancias corporativas están en su punto más alto".
Las compañías que han recibido grandes donaciones de la Fundación Gates son GlaxoSmithKline, Unilever, IBM, Vodafone, Scholastic Inc. y NBC Universal Media.

Los que mandan son los que más ganan

En el siguiente video, Spiro Skouras revisa cómo utilizan la pandemia mundial de COVID-19 para quitarnos la independencia, la libertad y el papel que desempeña Gates en este proceso.
"Nos alientan a sacrificar nuestra libertad por una falsa sensación de seguridad, cada vez nuestra protección está más condicionada a depender del estado y ahora confiamos en que ellos paguen nuestras cuentas", dice Skouras.

"Algunos creen que existe una versión oficial diferente a la que nos hacen creer. Pocas personas lo previnieron y esperan la próxima fase de lo que podría ser un paso más hacia la gobernanza mundial.

Las mismas personas y agencias gubernamentales, además de las instituciones mundiales que obtienen más beneficios, son las que toman las decisiones".
Es muy probable que Gates se ajuste a la descripción de alguien que hace las paces y se levanta para obtener beneficios generosos de la pandemia de COVID-19. Pero ¿cómo lograrlo? Primero, al mismo tiempo que invierte en las industrias, hace donaciones caritativas, y segundo, promueve un proyecto mundial de salud pública que beneficia a las compañías en las que ha invertido y apoya.



El video está disponible solo en inglés


Cómo se beneficia la Fundación Gates de sus propias donaciones

Por ejemplo, en 2014, un afiliado de Mastercard, MasterCard Labs for Financial Inclusion, recibió una donación de 19 millones de dólares "para "aumentar el uso de productos financieros digitales por parte de adultos de bajos recursos" en Kenia", informa The Nation, y agrega:
"El líder de las tarjetas de crédito, había expresado su interés comercial en tener nuevos clientes de las 2.5 millones de personas no bancarizadas del mundo en desarrollo, dice McGoey, entonces, ¿por qué necesitaría un filántropo rico para subsidiar su trabajo? ¿Y por qué Bill y Melinda Gates consiguen una exención de impuestos por esta donación?".
De hecho, esas son preguntas que necesitan una revisión profunda. Parece que la donación de Mastercard también benefició a la Fundación Gates, e hizo que cada vez sea más necesaria una investigación sobre la "filantropía" de la misma.

Como explicó The Nation, cuando se realizó la donación, la Fundación Gates tenía "importantes inversiones financieras en Mastercard a través de sus participaciones en la compañía de inversión de Warren Buffett, Berkshire Hathaway".

Pero, esa no es la única donación cuestionable que se ha registrado. The Nation encontró "cerca de 250 millones de dólares en donaciones caritativas que la Fundación Gates realizó a compañías en las que la fundación posee acciones y bonos corporativos". En otras palabras, la Fundación Gates dio dinero a las compañías en las que posee acciones y de las que se beneficiará financieramente.

Como resultado, la Fundación y el propio Gates aumentan su riqueza. Parte de esta riqueza se debe a las exenciones de impuestos otorgadas por donaciones de caridad. En resumen, es un esquema perfecto de dinero que limita los impuestos y maximiza la generación de ingresos.

Las compañías que recibieron donaciones y a su vez hicieron dinero para la Fundación Gates son: Merck, Novartis, GlaxoSmithKline, Vodafone, Sanofi, Ericsson, LG, Medtronic, Teva y "muchas nuevas empresas", escribe The Nation, y agrega:
"Una fundación que otorga una donación caritativa a una empresa que posee y que se beneficiará financieramente, aparenta un conflicto de intereses obvio.

Las personas que estudian los impuestos como Ray Madoff, profesor de derecho en el Boston College, indica que los multimillonarios ven ahorros fiscales de al menos el 40 %, lo que, para Bill Gates, ascendería a 14 mil millones de dólares.

Madoff, como muchos expertos en impuestos, enfatiza que estos miles de millones de dólares en ahorros impositivos se deben considerar como un subsidio público; que es el dinero que de otra forma podría pertenecer al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos para construir puentes, hacer investigaciones médicas o cerrar la brecha de financiación en el IRS.

Si Bill y Melinda Gates no pagan su carga completa en impuestos, el público tiene que compensar la diferencia o vivir en un mundo donde los gobiernos hacen cada vez menos (educar, vacunar e investigar) y los filántropos ricos hacen cada vez más".

'Creo que las personas confunden lo que la gente rica hace con su propio dinero y lo que hacen con el nuestro, y ese es uno de los más grandes problemas de este debate', señala Madoff.

'La gente dice: 'Ese dinero es de la persona rica [para gastar como lo deseen]'. Pero cuando tienen importantes beneficios fiscales, también nos pertenece. Y es por eso que necesitamos tener reglas para saber cómo gastan nuestro dinero'".
paradoja caridad
El proyecto propatente de Gates limita las reformas

En la postura pro patente de Gates se puede ver que sus esfuerzos filantrópicos protegen sus propias inversiones. James Love, director de la organización sin fines de lucro Knowledge Ecology International señaló a The Nation que Gates:
"... usa su filantropía para avanzar en un proyecto pro patente sobre medicamentos farmacéuticos, incluso en países de muy bajos recursos perjudica a muchas cosas que son necesarias para hacer que los medicamentos sean asequibles. Otorga mucho dinero para [combatir] la pobreza, y, sin embargo, él es el mayor obstáculo en muchas reformas".
Gates es un defensor fiel y antiguo de la industria farmacéutica, y su intención por promover los proyectos se pueden apreciar en la actual pandemia de COVID-19.

Plan para el COVID-19 de Gates: vacunar a toda la población mundial

Según lo informado por Forbes, la Fundación Bill y Melinda Gates ha comprometido 100 millones de dólares para combatir el brote mundial de COVID-19.

Según los informes, alrededor 20 millones de dólares irán a agencias como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud para que los utilicen en los esfuerzos de detección, contención y tratamiento de primera línea.

Otros 20 millones de dólares se destinan a poblaciones de África y el sur de Asia en riesgo, mientras que los 60 millones de dólares restantes se utilizarán para el desarrollo de vacunas, diagnósticos y otros tratamientos.

Las vacunas son una de las "soluciones" principales de Gates para la mayoría de las enfermedades. Gates ha dicho que Estados Unidos necesita vigilancia y un sistema de seguimiento de enfermedades nacional que podría incluir registros de vacunas en nuestros cuerpos (como tatuajes de tinta cuántica invisible descritos en un artículo de Science Translational Medicine).

De hecho, ha declarado que la vida no volverá a la normalidad hasta que tengamos la capacidad de vacunar a todas las personas contra COVID-19. El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), también ha reforzado este sentimiento, como si leyeran la misma tarjeta de referencia.

No me sorprendería si lo hicieran, al ver cómo la Fundación Bill y Melinda Gates colabora con el NIAID y la OMS "para aumentar la coordinación entre la comunidad internacional de vacunas y crear un 'Plan de Acción Mundial Sobre Vacunas'".

Fauci pertenece la junta del Consejo de Liderazgo de Gate encargada de desarrollar este plan de acción sobre vacunas, al igual que la ex directora general de la OMS, la Dra. Margaret Chan. Como se explica en un comunicado de prensa de la Fundación Bill y Melinda Gates:
"El 'Plan de Acción Mundial Sobre Vacunas' permitirá una mayor coordinación entre todos los grupos interesados (gobiernos nacionales, organizaciones multilaterales, sociedad civil, el sector privado y organizaciones filantrópicas) e identificará políticas, recursos y otras brechas importantes que se deben tratar para abordar la posible efectividad de las vacunas".
Durante años se ha criticado la influencia de Gates sobre las políticas sanitarias del mundo, pero no se han tomado las medidas necesarias para limitarla. En todo caso, su poder solo ha crecido, y las advertencias de que sus intereses corporativos puedan poner en peligro la política de salud pública parecen haberse hecho realidad. Según lo informado por Politico en 2017:
"Algunos multimillonarios se conforman con comprarse una isla. Bill Gates consiguió una agencia de salud de las Naciones Unidas en Ginebra. Durante la última década, el hombre más rico del mundo se ha convertido en el segundo mayor donante de la Organización Mundial de la Salud, solo superado por los Estados Unidos y justo por encima del Reino Unido.

La Fundación Gates ha invertido más de 2.4 mil millones de dólares en la OMS desde el año 2000. Esta generosidad le da una influencia descomunal sobre su proyecto. Sus críticos dicen que el resultado, es que sus prioridades se han convertido en las de la OMS.

Algunos defensores de la salud temen que, debido a que el dinero de la Fundación Gates proviene de inversiones de grandes empresas, podría servir como un caballo de Troya de los intereses corporativos para poner en peligro el papel de la OMS en el establecimiento de estándares y la formulación de políticas de salud".
¿Vacunarse o ser un marginado social?

Según las declaraciones de Gates, es posible que la normalidad social y financiera nunca regrese a las personas que rechazan las vacunas, ya que el certificado de vacunación digital que Gates solicita podría ser necesario para su vida diaria y negocios.

Un artículo publicado el 4 de abril de 2020 en OffGuardian comenta sobre la entrevista de Gates realizada el 24 de marzo con Chris Anderson, el director de TED (que dirige las conferencias TED Talks):
"De forma sorprendente, Gates sugiere que las personas tengan una identificación digital que muestre su estado de vacunación, y que sin esta "prueba de inmunidad digital" no puedan viajar. Tal enfoque significaría mucho dinero para los fabricantes de vacunas".
De nuevo, los fabricantes de vacunas pueden ganar mucho dinero por cualquier pandemia, y la Fundación Gates financia y obtiene ganancias de inversión de los fabricantes de vacunas.

Esa podría ser la razón por la que Gates trata de adoctrinar a las personas para que piensen que no hay otras respuestas Cuando Anderson le preguntó sobre las ramificaciones económicas de la pandemia de COVID-19, Gates dijo:
"Es muy triste que los efectos económicos de esto sean muy graves... Pero, recuperar la economía es más reversible que devolverles la vida a las personas. Entonces, vamos a asimilar el daño en términos económicos, un daño enorme, para minimizar el dolor en la enfermedad y la muerte".
Como señaló OffGuardian, la declaración de Gates:
"... va directamente en contra del imperativo de equilibrar los beneficios y los costos de las medidas de detección, prueba y tratamiento para cada dolencia, como se promulgó con éxito durante años, por ejemplo, por la campaña Choosing Wisely, para proporcionar el máximo beneficio a los pacientes y la sociedad. Lo más importante es que puede haber más muertes por el colapso económico que por COVID-19.

Millones podrían morir por suicidio, abuso de medicamentos, falta de seguro o tratamiento médico, pobreza y falta de acceso a alimentos, además de otros problemas sociales, médicos y de salud pública derivados por el COVID-19".



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Gates explica el cierre económico

En el minuto 33:45 en de la entrevista, Gates revela algo que parece ser información privilegiada sobre el cierre económico actual:
"No queremos tener muchas personas recuperadas. Para ser claros, a través del cierre en los Estados Unidos intentamos que la población infectada no sea mayor al 1 %. Creo que podremos evitar eso con este daño económico".
En otras palabras, si creemos en Gates, sacrificamos la estabilidad financiera y la cordura de cientos de millones de personas en Estados Unidos para evitar que la tasa de infección llegue al 1 % de la población.

Tenga en cuenta que, según Fauci, la tasa de mortalidad de COVID-19 parece estar a la par con la influenza estacional, por lo que la mayoría de los infectados terminan recuperándose después de una enfermedad leve y tienen anticuerpos que deberían proporcionarles una gran inmunidad.

Es obvio que Gates admite que quiere ganar dinero con una vacuna y no quiere que las personas desarrollen inmunidad de forma natural. Como señaló OffGuardian:
"Gates y sus colegas prefieren crear un gran sistema de fabricación y venta de miles de millones de kits de prueba y, en paralelo, desarrollar y vender miles de millones de antivirales y vacunas.

Y luego, cuando el virus vuelva en unos meses y la mayoría de las personas no estén expuestas y, por lo tanto, sean vulnerables, vender miles de millones más de kits de prueba e intervenciones médicas".
Gates lidera proyecto de tiranía médica

La Fundación Bill & Melinda Gates influye en la política de salud pública en los niveles más altos a través de una gran red de interconexiones personales y organizacionales.

Gates tiene un historial de "predecir" pandemias mundiales con un gran número de muertes, y con su llamado a un sistema de seguimiento para controlar a las personas infectadas/no infectadas y vacunadas/no vacunadas, asegura un futuro muy rentable para los fabricantes de vacunas que apoya y gana dinero a través de sus inversiones de la Fundación.

En un artículo publicado el 9 de abril de 2020 en Children's Health Defense, Robert F. Kennedy Jr. detalla sobre el proyecto de vacunas de Gates. Como señaló Kennedy:
"Las vacunas, para Bill Gates, son una filantropía estratégica que alimenta a sus muchos negocios relacionados con las mismas (incluyendo la ambición de Microsoft de controlar una empresa mundial de identificación de vacunas) y le da el control dictatorial de la política de salud mundial".
La iniciativa de la identificación de vacunación que Kennedy menciona se refiere a un programa llamado ID2020, lanzado en 2019, que está diseñado para "aprovechar la inmunización como una oportunidad para establecer la identidad digital".

Se dice que este sistema de identidad digital tiene "implicaciones de largo alcance para el acceso de las personas a los servicios y medios de vida", por lo que sería un grave error pensar que la solicitud de Gates de certificados de vacuna COVID-19 implantarle solo se limitaría a eso.

No es tan descabellado imaginar un futuro en el que su certificado de vacuna reemplace identificaciones personales como su licencia de conducir, tarjeta de identificación estatal, tarjeta de seguro social y pasaporte.

Lejos de ser una fuerza para el bien, parece que Gates eligió usar su riqueza e intelecto para promover un plan desagradable de control social que beneficia sus propios proyectos nefastos.