En torno a las 0:47 (hora local peninsular) del 9 de septiembre, esta bola de fuego cruzó el cielo nocturno. El bólido se produjo al entrar en la atmósfera terrestre a gran velocidad una roca procedente de un asteroide.
Fue grabado por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN) opera en los observatorios de La Hita (Toledo), Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sierra Nevada (Granada) y Sevilla. También fue detectado por la estación que opera el Dr. Jaime Izquierdo en Madrid (Universidad Complutense).