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Cómo el Oso Ruso se despertó de su hibernación.

En Una Historia de la Filosofía Occidental, de Bertrand Russell, el filósofo resume los escritos del teólogo Tomás de Aquino de la siguiente forma, "Antes de que empieza a filosofar, él ya sabe la verdad; está declarada en la fe católica. Si puede encontrar argumentos aparentemente racionales para algunas partes de la fe, mejor todavía; si no puede, sólo tiene que recurrir a la revelación. Encontrar argumentos para una conclusión ya dada con antelación no es filosofía sino hacer argumentos especiosos".

La política extranjera estadounidense se determina más o menos de la misma forma. Se desean objetos de valor. Se fabrican justificaciones nobles. Se engañan a pueblos confiados. Se hace la guerra. Los imperios hacen sus argumentos especiosos a nivel global. Por ejemplo, los EEUU y sus aliados saben precisamente cómo quieren que se perciba el conflicto en Ucrania en sus pueblos occidentales engañados. Sólo tienen que aplicar las banderas falsas y fabricar los motivos viles - como unos trazos de pincel - sobre el lienzo de la geopolítica.

El gobierno y sus vasallos mediáticos corporativos ya saben las conclusiones por adelantado. Son sencillas: Rusia es el agresor; los EEUU son los defensores de la libertad; y la OTAN es la fuerza de seguridad galante que tiene que contrarrestar el belicismo de Moscú. Como el principal suplicante en la creación de esta fábula, la administración de Obama ha recopilado una letanía de mentiras sobre el conflicto que disemina a diario a sus prostitutos de prensa.

Una de las mentiras es que Putin tiene una loca política extranjera expansionista. No hay evidencia para esta afirmación, repetida ad nauseum en el Occidente. La anexión de Crimea no es exactamente un ejemplo de esta política. La inmensa mayoría de los crimeos votaron por la secesión de Ucrania. Rusia estaba bastante contenta con sus duraderos acuerdos con Kiev con respecto al estacionamiento de su flota del Mar Negro en Sebastopol. Fue el golpe de estado en Kiev que le forzó la mano.

Hay bastantes señales de que Putin ha enviado a reclutas a cruzar la frontera para luchar juntos con los asediados "separatistas rebeldes" en el este de Ucrania. Pero ¿este es un crimen del imperialismo, enviar a soldados a defender comunidades de sus pares étnicos que están bajo ataque? Parece un argumento duro de hacer.


Además, hace mucho tiempo que Moscú dijo que no permitiría bases de la OTAN en sus fronteras - una postura simplemente defensiva. El Occidente sabe esto, pero ese es precisamente su plan. También, seguramente sabrían que al derribar Kiev y al instalar unos cuantos tecnócratas 'occidentalizados', provocarían que Rusia retomara a Crimea antes de sacrificar su puesto avanzado del Mar Negro. Esta provocación cínica permitió que Washington encuadrara su agresión como auto defensa. Para tener un contexto, considere cómo los EEUU reaccionarían si China de repente derribaran la Ciudad de México utilizando narcotraficantes con el objetivo de instalar misiles hipersónicos en Tijuana. Por una vez, el desprecio de Washington por la diplomacia sería justificado.


Otra mentira es que sabemos que Rusia estuvo detrás del derribo del vuelo MH17. Obama repitió esta ridícula afirmación desde nada menos que el púlpito de la ONU. No existe prueba, pero sí hay bastante evidencia circunstancial que pone seriamente en cuestión a la acusación - la falta de transcripciones del Control de Tráfico Aéreo, la ausencia de evidencia de satélite de misiles BUK en el territorio de los rebeldes, evidencia de bombardeo en el material de la cabina del piloto y tuits de un trabajador del CTA de Ucrania acusando a Kiev, etc. Sin embargo, pocas horas después del derribo, Barack Obama informó al mundo que los separatistas apoyados por Rusia eran responsables y que había que castigar a Moscú. Nadie controla la narrativa mejor que los EEUU.


Una tercera mentira es que la eliminación de Viktor Yanukovych se debió a un alzamiento democrático. Interesante como estos siempre parecen ocurrir cuando los "intereses estratégicos" de los EEUU están en peligro. Sólo entonces es cuando la fiebre por el gobierno representativo le llama la atención a las masas. Haciendo a un lado la fantasía, la conclusión más razonable, tomando en cuenta los reconocimientos de Victoria Nuland y Obama mismo, es que los EEUU organizaron un golpe de estado utilizando matones fascistas en la vanguardia y ataques de bandera falsa para que Yanukovych huyera. Extraño como todo ocurrió cuando Yanukovych, después de prevaricar por un tiempo, rechazó su acuerdo de asociación con la UE por una mejor oferta de Rusia. (Al igual que la explosión de violencia en Siria luego de la decisión de Bashar Al-Assad por rechazar un oleoducto apoyado por el aliado de Occidente, Qatar, a favor de uno apoyado por Irán. En ambos casos, los incidentes incitantes fueron ejemplos de una provincia del imperio desafiando a los dictados de Roma.


Una cuarta mentira es que las sanciones del Occidente contra Rusia son merecidas, ya que están basadas en la agresión rusa. Sin embargo, un Departamento del Estado bajo el mandato de su Eminencia Retórica, el Secretario del Estado John Kerry, no lo diría de forma tan contundente. No, se nos informa que Rusia estaba siendo castigada por haber "violado la soberanía y la integridad territorial de Ucrania," y porque había trabajado para "socavar los procesos e instituciones democráticos en Ucrania; amenazar su paz, su seguridad, su estabilidad, su soberanía y su integridad territorial; y por contribuir a la malversación de sus bienes." Uno se puede imaginar a los prostitutos mediáticos, sumisos y sin palabras mientras este decreto se recitaba desde los cielos. Nada de esta fanfarronería cambia el hecho de que el golpe fue un juego cínico por llevar a la OTAN a las fronteras de Rusia.


Lamebotas Anónimos

Vaya, cómo los borregos mediáticos se alinean con la retórica oficial. Excesivamente obedientes, los medios occidentales corporativos han cumplido muy bien con sus deberes serviles este mes. Una edición del Times este mes tenía una noticia titulada, "EEUU y Europa trabajan para poner fin a la guerra en Ucrania." La edición del sábado por la mañana nos contaba que "Los EEUU culpan a Rusia mientras el combate aumenta en el este de Ucrania." Uno del Economist lo ponía de forma más contundente, "La Guerra de Putin en el Occidente."

Debajo del titular había una imagen editada en Photoshop del Presidente con una expresión determinada, la mano extendida con hilos de marioneta colgando de cada dedo. Los artículos de opinión del Washington Post estaban llenos de virulencia, intentando pintar a Obama como un Neville Chamberlain moderno, gran apaciguador de tiranos trasparentes. La Casa Blanca, "demasiado pasiva" debería de hacer más "para controlar a Vladimir Putin."

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Esta no es propaganda sutil. No es sólo un sesgo normal y corriente. Es mendacidad descarada. Seguramente estas publicaciones tienen, no como nosotros, los recursos para saber que los EEUU, seguidos por sus títeres europeos, está intentando provocar un conflicto entre fuerzas nucleares en Ucrania del este. Quiere que Rusia deje de apoyar a rebeldes en el este y que permita que la OTAN se instale en sus fronteras, o arrastrar a Rusia a una guerra indirecta que se coma sus recursos. Si es el primero, el objetivo es separar a Moscú de Europa. Si es el segundo, el objetivo es disminuir la capacidad de la Federación de apoyar a sus aliados chiítas y alauitas en el Medio Oriente, los mismos que están obstruyendo el sueño de Washington por la hegemonía total en la región. Ninguna de las opciones da mucha esperanza a los residentes de Donetsk, Lugansk y las provincias de sus alrededores.

Sin embargo, el Times lidera al mundo occidental, diseminando en cada Starbuck's de los EEUU la idea de que nuestros líderes nobles y magníficos están buscando la paz. Esto, a pesar de las imparables ambiciones imperialistas del Presidente Ruso, Vladimir Putin, quien no abandonará sus provocaciones hasta que haya resucitado la anterior gloria de la URSS de la época de Stalin. ¿Cuándo empezaremos a escuchar la palabra "Huno"? Ya tenemos a Senadores belicistas publicando fotos falsas y argumentando que Obama es débil ante una amenaza global histórica.

Howitzers por la Paz

Entre gritos histéricos de que Obama es una paloma de la paz y que Putin va a conquistar sin oposición a toda Europa, el Congreso Estadounidense aprobó nuevas sanciones para Rusia justo antes de navidad. El acto orwelliano, titulado "El Acto de Apoyo y Libertad para Ucrania" tenía como objetivo hacer que Vladimir Putin "pague por su asalto sobre la libertad y la seguridad en Europa," según el coautor del acto, Senador Larry Corker, el Republicano que próximamente será el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.

Pero las sanciones no son nada si no vienen con un poquito de ayuda letal también. El proyecto de ley también promete $350 millones de esta ayuda a Kiev. Esto significa "misiles anti tanque, anti blindaje, armas y municiones, radares para identificar baterías de artillería, control de fuego, telémetros, equipaje de control óptico, aviones no tripulados de vigilancia y equipamiento de comunicaciones."

Ahora el Presidente Obama, cansado de fingir la diplomacia, aparentemente está considerando una recomendación del siempre amable Instituto Brookings de mandar $3,000 millones más de ayuda militar a Kiev, incluso misiles, aviones no tripulados y Humvees blindados. Mire esta colección de los pálidos y piadosos, con sus columnas erguidas mientras abogan por más masacre en el este de Ucrania, donde la ONU ha condenado ambos lados del conflicto - el Gobierno Ucraniano apoyado por Occidente y el Ejército de Novorrusia apoyado por Rusia en el este - por bombardeos indiscriminados, lo cual, sin duda ha sido la causa de la muerte de cientos de civiles en las últimas semanas. Un millón de personas ya han huido a Rusia después de que bombardeos del ejército de su propia nación haya destrozado las infraestructuras energéticas y médicas, uno de los primeros pasos del empobrecimiento de una región. Esto, junto con el estrés físico y el estrés económico que se está implementando gracias al acuerdo de Kiev con la UE.


Comentario: Vea también: Ayuda humanitaria made in USA


Los EEUU también han prometido ayuda energética a Kiev para contrarrestar - como los medios lo suelen afirmar - las amenazas rusas de cortar los suministros de gas. Muy rara vez mencionan que Kiev se ha negado a pagar, ni a negociar el pago por los $2,000 millones que ya debe por suministros anteriores. Esta, sin duda sera una pre condición si el Occidente decide ayudar.

Fíjese en las asombrosas disparidades aquí. Kiev le debe a Rusia $2,000 millones en pagos retrasados. El Vicepresidente Joe Biden promete $50 millones in ayuda energética, nada de la cual llegará a Moscú. Luego viene el Presidente con $350 millones en ayuda militar mientras contempla la pasmosa cantidad de $3,000 millones más. También ofrece una patética cantidad de $7 millones en ayuda humanitaria junto con otros $46 millones en la misma proposición para seguridad en la frontera, etc.

Es decir, $3,350 millones para destrozar aún más una sociedad Ucraniana fracturada y $57 millones para repararla. Perdóneme por ser obtuso pero ¿esto qué tiene que ver con hacer la paz? Sin embargo, el Secretario del Estado Kerry, el Senador John McCain y otros en el congreso, continuamente pintan al conflicto en términos defensivos, sacando todo tipo de fabricación para apoyar la mentira. En el siguiente pedazo del cuento, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg dice que la alianza quiere doblar sus Fuerzas de Respuesta a unas 30,000 tropas. El Presidente Francés, Hollande ha pedido que Ucrania se una a la OTAN.


¿La paz antes del deshielo?

Entre todas estas poses bélicas, los medios se dirigieron hacia Angela Merkel y François Hollande, Vladimir Putin y Petro Poroshenko cuando acordaron un segundo alto de fuego en Minsk la semana pasada, implementado el domingo. Tal vez fuera un último intento por la UE por prevenir una brutal guerra distante o tal vez no fuera más que más poses diplomáticas insinceras para encubrir la agresión occidental. En todo caso, Washington estuvo notablemente ausente, pero seguramente su presencia se sentiría en las reuniones. Los puntos más importantes del acuerdo incluyen la retirada de las armas pesadas detrás de la zona neutral nominal; amnistía para los prisioneros; la retirada de milicias extranjeras y el desarme de grupos ilegales; la descentralización de las zonas controladas por las Fuerzas Armadas de Novorrusia, supuestamente en la forma de una reforma constitucional; pero también control ucraniano de la frontera con Rusia para fin de año. A pesar del acuerdo, la batalla por la ciudad de Debaltseve continuó, con el resultado de que los rebeldes - o "terroristas" como los llaman en Kiev - salieron victoriosos ayer logrando echar al Ejército Ucraniano.

La paz parece poco probable en estas circunstancias. Las voces radicales ya se han escuchado en Kiev y también en círculos rebeldes, declarando su desprecio por el acuerdo. Ninguno de los partidos de Minsk parece tener control sobre estos grupos. Poroshenko mismo dijo que consintió al primer acuerdo de Minsk para dejar que sus tropas se reagruparan, y evidentemente se ha negado a la estipulación de la reforma constitucional esta vez. Washington tampoco ha mostrado mucho interés por implementar un plan pacifista. De hecho, por la ayuda económica que está ofreciendo, podemos concluir que este no es para ellos un conflicto poco importante sino parte de una estrategia imperialista que muchos afirman que no existe.

Pero sí, existe. Considere el plan maestro estratégico del Consejero de Seguridad Nacional de la administración de Carter Zbigniew Brzezinski como lo describe en su libro La Gran Tabla de Ajedrez, entre otros. Luego observe como ese plan ha atraído sus apóstoles en el movimiento de los neoconservadores, reafirmado por Paul Wolfowitz en 1992 en sus Recomendaciones de la Defensa para la administración de Clinton, y después en el chiflado plan de la administración de Bush por reformar el Medio Oriente. Como siempre, el objetivo es el dominio total, una utopía o una pesadilla, según en qué lado de la valla imperialista se encuentre usted.