En numerosas ocasiones hemos discutido el hecho de que las acusaciones de Washington en contra de Siria o Rusia son falsas y carecen de evidencia. Por fin alguien en EEUU lo admite de manera pública.
James N. Mattis
© ReutersJames N. Mattis
Éste es un punto importante a resaltar ya que, sin evidencia alguna, una acusación es sólo eso, un alegato infundado que se aproxima más a un insulto o a una provocación.

Durante todo el conflicto en Siria, estos insultos han sido el arma preferida de Washington ante su impotencia para detener la maquinaria de guerra rusa. El último fue cuando Rex Tillerson decidió denunciar un ataque con armas químicas en Gouta del Este y responsabilizar esta vez a Moscú. Utilizando como fuente al nunca siempre confiable Observador Sirio de derechos humanos en Londres, el cual es financiado por el gobierno británico.

Moscú tildó estas declaraciones de provocaciones irresponsables carentes de evidencia y la historia no se llegó a mover mucho hasta el día de hoy.

AMN reporta, citando un artículo de la publicación Político, que James Mattis, refiriéndose al dichoso ataque con armas químicas, declaró lo siguiente:
"No tenemos evidencia"
Creo que de todo lo que dijo eso era lo único destacable, ya que el resto de la cita se movió por otros derroteros, hablando de como a "EEUU le preocupaba que no fuese cloro en los ataques, sino gas sarín" y bla, bla, bla.

Así que con esta cita de James Mattis me gustaría dejarles el día de hoy. Por fin alguien en EEUU admite de manera pública que carecen de toda evidencia para respaldar sus declaraciones, las cuales nunca tienen intención de llegar al fondo de los hechos. Casi todo lo que EEUU dice sobre Siria y Rusia son sólo palabras para intentar desprestigiarles, pero carecen de cualquier base en la realidad.

Hoy, gracias a Mattis, tenemos la certeza de que el último supuesto ataque con armas químicas no es una excepción.