Este ensayo se basa en una conversación con Jeffrey Long. Se ha editado para darle mayor extensión y claridad.
© ReutersMédicos del Hospital Churchill realizan el primer trasplante de útero del Reino Unido
Me detuve en seco. Toda mi formación médica me decía que uno estaba vivo o muerto. No había término medio. Pero, de repente, estaba leyendo a un cardiólogo que describía a pacientes que habían muerto y luego habían vuelto a la vida, relatando experiencias muy distintas, casi increíbles.
A partir de ese momento, me fascinaron las experiencias cercanas a la muerte o ECM. Yo defino una experiencia cercana a la muerte como alguien que está en coma o clínicamente muerto, sin latido, que tiene una experiencia lúcida en la que ve, oye, siente emociones e interactúa con otros seres. Aprender más sobre estas experiencias ha cambiado fundamentalmente mi visión del universo.
Las experiencias cercanas a la muerte tienen puntos en común
Cuando terminé la residencia, puse en marcha la Fundación para la Investigación de Experiencias Cercanas a la Muerte. Empecé a recopilar historias de personas que habían tenido ECM y a evaluarlas con mentalidad de científico y médico. Formulé opiniones basadas en pruebas y llegué a esto como un escéptico. Pero ante la abrumadora evidencia, he llegado a creer que ciertamente hay una vida después de la muerte.
No hay dos ECM iguales. Pero mientras estudiaba miles de ellas, vi un patrón consistente de eventos emergiendo en un orden predecible. Alrededor del 45% de las personas que tienen una ECM informan de una experiencia extracorpórea. Cuando esto ocurre, su consciencia se separa de su cuerpo físico, normalmente flotando por encima del cuerpo. La persona puede ver y oír lo que ocurre a su alrededor, que suele incluir intentos frenéticos de reanimarla. Una mujer relató incluso que un médico tiró una herramienta al suelo cuando cogió la equivocada, algo que el médico confirmó más tarde.
Tras la experiencia extracorpórea, la gente dice que es transportada a otro reino. Muchos atraviesan un túnel y experimentan una luz brillante. A continuación, son recibidos por seres queridos fallecidos, incluso mascotas, que están en la flor de la vida. La mayoría de las personas experimentan una abrumadora sensación de amor y paz. Sienten que este otro reino es su verdadero hogar.
No he encontrado ninguna explicación científica a estas experiencias
Estas experiencias pueden sonar a tópico: la luz brillante, el túnel, los seres queridos. Pero tras veinticinco años estudiando las ECM, he llegado a creer que estas descripciones se han convertido en tropos culturales porque son ciertas. Incluso trabajé con un grupo de niños menores de cinco años que habían tenido una ECM. Relataron las mismas experiencias que los adultos, y a esa edad es poco probable que hayas oído hablar de luces brillantes o túneles después de morir.
Otras personas relatan sucesos aparentemente increíbles, que luego podemos confirmar. Una mujer perdió la consciencia mientras montaba a caballo por un sendero. Su cuerpo permaneció en el sendero y su consciencia viajó con el caballo mientras este galopaba de vuelta al establo. Más tarde, pudo describir exactamente lo que había ocurrido en el establo porque lo había visto a pesar de que su cuerpo no estaba allí. Otras personas que no habían hablado con ella confirmaron su relato.
Soy médico. He leído investigaciones sobre el cerebro y he considerado todas las explicaciones posibles de las ECM. La conclusión es que ninguna de ellas se sostiene. Ni siquiera hay una explicación física remotamente plausible para este fenómeno.
También he estudiado las experiencias de miedo a la muerte, como los accidentes de coche
Tomo una definición particular para las ECM. La persona debe estar inconsciente. Pero hay otro tipo de fenómeno que también me fascina: lo que yo llamo "experiencias de miedo a morir".
Son situaciones en las que sientes que tu vida corre un peligro inminente. Puede tratarse de un accidente de coche en el que casi te matas o de un súbito desplome. Estas personas no suelen experimentar el túnel y la luz, pero a menudo informan de que su vida "pasa ante sus ojos".
Aunque algunas personas con ECM relatan estas revisiones vitales, son más frecuentes en las experiencias de miedo a la muerte. Incluso hay personas que recuerdan sucesos de su infancia que no recuerdan conscientemente, pero que podemos confirmar más tarde hablando con familiares y otras personas.
Estudiar las ECM me ha hecho mejor médico oncólogo
Aunque me apasionan las ECM, mi trabajo diario sigue girando en torno a ayudar a los pacientes a luchar contra el cáncer. No hablo a mis pacientes de mi investigación sobre las ECM. Sin embargo, mi trabajo con las ECM me ha convertido en un médico más compasivo y cariñoso.
Puedo ayudar a mis pacientes a enfrentarse a enfermedades mortales con más valor y pasión. Mi objetivo es ayudarles a tener más días sanos aquí en la Tierra. Pero creo firmemente que si fallecen, y cuando lo hagan, estarán en paz.
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