Físicos teóricos de la Universidad de Varsovia (Polonia) han demostrado que el espacio-tiempo produce una especie de arco iris como el de la luz, es decir, que las partículas perciben el espacio-tiempo de forma diferente según su energía.© Chris Rogers-Rainbow/Science Faction/CorbisEl espacio-tiempo se discute a menudo como un mecanismo unificado, pero ¿y si en realidad sucediera que las diferentes partículas sintieran su existencia de una manera diferente, creando un "arcoíris" compuesto de muchas formas del espacio-tiempo? Los físicos de la Universidad de Varsovia han utilizado la teoría cuántica para desarrollar un modelo que apoya esta idea.
Cuando la luz blanca pasa a través de un prisma, el arco iris que aparece al otro lado revela una rica paleta de colores. Físicos teóricos de la Universidad de Varsovia han demostrado que en los modelos del Universo que utilizan alguna de las teorías cuánticas de la gravedad también debe haber un "arco iris" parecido, compuesto por diferentes versiones del espacio-tiempo.
El mecanismo predice que
en lugar de un solo espacio-tiempo común, las partículas de diferentes energías básicamente perciben versiones ligeramente modificadas del mismo.
Probablemente todos hemos visto el experimento: cuando la luz blanca pasa a través de un prisma se divide para formar un arco iris. Esto es porque la luz blanca es de hecho una mezcla de fotones de diferentes energías, y cuanto mayor es la energía del fotón, más lo desvía el prisma.
Por lo tanto, podríamos decir que el arco iris se debe a que
los fotones de diferentes energías sienten el mismo prisma con propiedades ligeramente diferentes. Desde hace años se ha sospechado que las partículas de diferentes energías de los modelos cuánticos del universo sienten el espacio-tiempo con estructuras ligeramente diferentes.
Estas hipótesis no se derivaban de la teoría cuántica, sin embargo, sino que se basaban en conjeturas. Ahora, el grupo de la universidad polaca, dirigido por Jerzy Lewandowski, ha formulado un mecanismo general responsable de la aparición de un arco iris espacio-tiemporal.
"Hace dos años informamos de que en nuestros modelos cosmológicos cuánticos, los diferentes tipos de partículas sienten la existencia de espacio-tiempos con propiedades ligeramente diferentes. Ahora resulta que la situación es aún más complicada. Hemos descubierto un mecanismo verdaderamente genérico, por lo que el tejido del espacio-tiempo sentido por una partícula dada debe variar en función no sólo de su tipo, sino incluso de su energía", dice el profesor Lewandowski en la nota de prensa de la universidad.
Comentario: Cabe recordar que ésta es una teoría no comprobada, y como ésta, hay otras que plantean la existencia de un planeta que visita el sistema solar cada tanto (haciendo un ciclo largo debido a una órbita extremadamente excéntrica), o bien, podría tratarse incluso de una compañera de nuestro Sol, la cual también visitaría el sistema solar de manera cíclica, dependiendo de su órbita.
Esta hipótesis también podría asociarse con el hecho de que nuestro planeta experimenta períodos de catástrofes cíclicas que tienen un gran impacto en la historia de la evolución terrestre. La teoría del universo eléctrico plantea que los fenómenos naturales en la Tierra, están conectados a una dinámica de intercambio de potenciales eléctricos (que se presenta entre todos los planetas), con el condensador solar. Cada vez que un objeto extraño entra en la heliósfera, crea variaciones o descargas eléctricas en el Sol, lo que se ve reflejado en innumerables fenómenos eléctricos en todos los planetas. La baja actividad solar actual (manchas solares por ejemplo), podría deberse a que algo con una masa considerable ha realizado su entrada en la heliófera, y uno de los "síntomas" tangibles en la Tierra, son las bajas temperaturas. Se especula que la baja actividad eléctrica del condensador solar actual, podría ser provocada por la compañera del sol, lo que también explicaría el incrementado número de asteroides y cometas que han hecho su viaje dentro del sistema solar, provenientes de la Nube de Oort, disparados por el paso de la hipotetizada enana marrón.
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