Según la Academia Americana de Oftalmología,
la Neuropatía Óptica Isquémica es una patología que supone una pérdida repentina de la visión debido a una disminución o interrupción del flujo sanguíneo hacia el nervio óptico. Dependiendo de la región del nervio óptico afectada se distingue entre Neuropatía Óptica Isquémica Anterior (la más frecuente, cuando el flujo sanguíneo se interrumpe en la parte frontal) y Posterior (cuando la isquemia se produce en la parte posterior del nervio óptico, localizado a cierta distancia detrás del globo ocular).
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Asimismo, dentro de la Neuropatía Óptica Isquémica Anterior, se puede distinguir entre arterítica (la forma más peligrosa, originada por la inflamación de las arterias que suministran sangre al nervio óptico) y no arterítica, que es la más común. Así, la Neuropatía Óptica Isquémica Anterior no arterítica (NOIA-NA) afecta a entre 2'3 y 10'2 personas por cada 100.000 habitantes mayores de cincuenta años y es más frecuente en mujeres (con una relación de 3 a 1).
Comentario: Como complemento a este artículo los invitamos a la lectura del siguiente capítulo La Onda: Realidades Perpendiculares, Teseractos y otros fenómenos extraños...
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