© Thomas GeisbertFotografía de microscopio electrónico de partículas del virus Marburgo
Ambos comparten características y síntomas.
El Marburgo acumula 571 casos y 470 muertes. Fue descubierto en un brote que surgió en laboratorios de investigación de Alemania y Serbia.
Hay diversos
virus que tienen la capacidad de producir
fiebres hemorrágicas, un grupo de enfermedades que producen fallos en todo el organismo y que dañan los vasos sanguíneos. Entre ellos está el virus de la fiebre de Lassa, el
dengue, el de la fiebre amarilla, y dos virus de la misma familia: el
ébola, del que se ha registrado este año el mayor brote hasta la fecha, y el virus Marburgo.
Este ha llegado a ser letal en nueve de cada diez casos y en 1967 llegó a los laboratorios de Europa cobrándose 7 víctimas mortales y 31 casos.Precisamente este miércoles 20 de agosto científicos de la Universidad de Texas y de la empresa Tekmira Pharmaceuticals, que ya diseñó su propia
cura para el ébola, han publicado en la revista «
Science Translational Medicine» los descubrimientos de la que puede ser una cura para el virus Marburgo. De momento, han obtenido un producto que protege a primates no humanos aunque se le suministre el tratamiento varios días después de infectarse.
Comentario: Exacto. Esta es una señal de los tiempos que muchos ignoran, pero que no debería pasar desapercibida.
En el libro Earth Changes and the Human-Cosmic Connection, de Pierre Lescaudron y Laura Knight-Jadczyk, se explica por qué esto es importante. Por empezar, hace falta tener en cuenta la teoría del universo eléctrico, y cómo los planetas interaccionan entre sí, y con el Sol. Esta baja excepcional de actividad solar coincide con (¡sorpresa!) épocas de mucho aumento de actividad cometaria. (La corriente eléctrica del Sol es más débil, y cometas y polvo cósmico son atraídos hacia nuestro planeta). Y, a su vez, cuanta mayor actividad cometaria, más las glaciaciones registradas, los cataclísmos históricos, etc.
¿Quizás nos esperan más cometas si el Sol sigue callándose? Una llamarada aquí o allí no aumenta la cantidad de actividad que DEBERÍA estar teniendo el Sol si no hubiera nada anormal en el ciclo. De hecho, la NASA no parece tener todos los factores esenciales en cuenta, ya que desde el inicio de esta baja de frecuencia al comienzo del ciclo solar 23 (el anterior al presente) en 1998, viene reduciendo su predicción de llamaradas solares. Al comienzo dijo que se esperaban unas 180 por mes, y hoy la cifra ronda por los 80. En otras palabras, ven que algo no cuadra, pero siguen tratando de pegarse a sus teorías. Y eso no protege a nadie...
Si le interesa el tema, le recomendamos leer todos los detalles y más en el libro arriba mencionado.