(España) -
El comisario ya jubilado José Manuel Villarejo, en prisión preventiva desde noviembre de 2017, asegura que está en condiciones de "probar" que los servicios secretos "dejaron de seguir pistas fundamentales" que hubieran permitido descubrir a los autores de la matanza del 11-M.
© Giulio M. PiantadosiEl comisario jubilado José Manuel Villarejo, en una entrevista con 'El Independiente' meses antes de su detención.
En un comunicado difundido este lunes por su defensa, Villarejo da a conocer que ha pedido al juez que investiga el
caso Tándem y al Gobierno la desclasificación de documentos secretos relativos a su investigación sobre el atentado terrorista de 2004 en su calidad de agente encubierto.
En concreto, el policía ya retirado reclama que se alce el velo sobre los "objetivos, preparación, aprobación, aprobación, ejecución, supervisión y control operativo, identidades de personas participantes y sus últimos responsables (con expresión de sus tareas y responsabilidades) documentación generada u obtenida (tal como oficios, informes, notas de servicios, gastos y otra, en cualquier soporte)" y que se pida al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y a la Policía Nacional los informes y oficios elaborados por él y otros funcionarios policiales relacionados con el intento de control del
BBVA por parte del promotor Luis del Rivero, como el tráfico de llamadas y las interceptaciones telefónicas que se investigan en la pieza separada sobre la operación para frustar el asalto al citado banco.
Como desveló
El Independiente, Villarejo sostiene que fueron agentes del CNI los que le proporcionaron el barrido de las llamadas que él incluyó en los informes elaborados para el BBVA -por los que cobró más de medio millón de euros- dentro de la estrategia con la que el banco buscaba frenar la operación hostil con la que hace 14 años se intentó descabalgar a
Francisco González de la presidencia y que Sacyr se convirtiera en accionista de referencia.
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No hubo voluntad política de que se conociera la autoría intelectual de aquella infame atrocidad. Lamentablemente, nadie quiso adentrarse en toda la documentación que conseguí obtener, y que sin duda, a mayor abundamiento, estará en el Ministerio de Interior y con toda seguridad, en los archivos secretos del CNI", sostiene el hoy preso.
Comentario: Guaidó violó intencionalmente la orden de la Suprema Corte y ha vuelto a Caracas con la esperanza de provocar al gobierno de Maduro a tomar acción en su contra. Para Estados Unidos, sería muy bueno que metieran a Guaidó a la cárcel; entonces podría aplicar "severas repercusiones". Mejor aún les resultaría si Guaidó sufriera un "accidente desafortunado" a manos de algún desconocido, en cuyo caso EE.UU. acusaría al gobierno de inmediato y podría reaccionar incluso con más fuerza. ¿Está consciente Guaidó de que está siendo utilizado como carnada?