En los mercados brasileños ya es notorio el desabastecimiento en varios rubros alimenticios. En Brasilia y Recife los aeropuertos nacionales e internacionales operan con restricciones por la escasez de combustible.El reclamo principal es acerca del desmesurado incrementos del precio de la gasolina y diésel.
El presidente de facto de Brasil, Michel Temer anunció este viernes que ordenó a todas las fuerzas militares del país, disolver los cortes de ruta ejecutados por las
organizaciones de camioneros que se encuentran en huelga.
El abastecimiento de insumos básicos y de combustible en Brasil se encuentra en una situación crítica, luego de 5 días de huelga por parte del gremio de los transportistas de carga. Al respecto, Temer manifestó que "el gobierno tuvo el coraje de dialogar y ahora tendrá el coraje de ejercer su autoridad".
También calificó como "minoría radical", al conjunto de camioneros que no se plegó a los acuerdos pactados con los sindicatos del sector.
El portal
Brasil de Fato señala que en las carreteras los camioneros que permanecen en huelga advierten que no se sienten representados por los sindicatos ni representados en los acuerdos.
El decreto de Temer autoriza la acción de las fuerzas para tomar camiones y dirigirlos en caso de que sus conductores se rehúsen a ello. Además autorizará multas y prisión contra quienes permanezcan en huelga, entre otros elementos.
Comentario: En el periódico
Página 12, Dario Pignotti resalta lo siguiente:
¿Huelga o lockout?
Esta medida de fuerza realizada por empresarios, que probablemente aportan dinero para garantizar una logística costosa, no puede confundirse con "una huelga de trabajadores", explica el abogado laboralista Normando Rodrigues, asesor de la Federación Unica de los Petroleros. Pero parte de las decenas de miles de participantes en los piquetes son camioneros "autónomos", dueños de sus unidades, y choferes (algunos presionados por sus jefes) por lo cual este paro tampoco es un "lockout" clásico. Aunque se le parece.
El caso es que ninguna de las huelgas organizados por los sindicatos de trabajadores desde el inicio del gobierno temerista tuvo la potencia de este "lockout" heterodoxo. Perjudicados por la contra-reforma laboral los sindicatos están a la defensiva. Son víctimas de la represión de la policía y la amenaza de unas fuerzas armadas educadas para reprimir organizaciones populares. En mayo de 2017 fueron movilizadas contra un concentración gremial realizada en Brasilia. Ahora los militares tendrán que entrar acción y demostrar su disposición de poner orden contra camioneros que en buen número son simpatizantes del candidato presidencial y ex capitán Jair Bolsonaro. Uno de los piqueteros dijo a radio CBN que para acabar con la corrupción de Temer lo mejor sería "la intervención militar".
Hace ya un tiempo viene
creciendo en Brasil la idea de la
militarización del país, siendo el candidato presidencial Jair Bolsonaro uno de los más
fervientes simpatizantes de un gobierno militar y quien ha respaldado lo que llama el "partido del Ejército que se llama Brasil". El gobierno no electo de Michel Temer no tiene respaldo público y las élites que han llevado a cabo el golpe contra el Partido de los Trabajadores tampoco tienen un candidato viable. Sin embargo, el ex capitán Bolsonaro figura como posible ganador en las elecciones sin Lula da Silva. Teniendo esto en mente, resulta llamativo que los camioneros que están realizando esta huelga y causando un sinnúmero de problemas para la sociedad civil brasilera sean simpatizantes de este líder político militar y que, convenientemente, la única "solución" sea la intervención militar", justamente lo que querría Bolsonaro.
Comentario: En el periódico Página 12, Dario Pignotti resalta lo siguiente: Hace ya un tiempo viene creciendo en Brasil la idea de la militarización del país, siendo el candidato presidencial Jair Bolsonaro uno de los más fervientes simpatizantes de un gobierno militar y quien ha respaldado lo que llama el "partido del Ejército que se llama Brasil". El gobierno no electo de Michel Temer no tiene respaldo público y las élites que han llevado a cabo el golpe contra el Partido de los Trabajadores tampoco tienen un candidato viable. Sin embargo, el ex capitán Bolsonaro figura como posible ganador en las elecciones sin Lula da Silva. Teniendo esto en mente, resulta llamativo que los camioneros que están realizando esta huelga y causando un sinnúmero de problemas para la sociedad civil brasilera sean simpatizantes de este líder político militar y que, convenientemente, la única "solución" sea la intervención militar", justamente lo que querría Bolsonaro.