Solo en lo que va de año, 55.890 solicitantes de asilo en Alemania han declarado tener menos de 18 años, según el Ministerio para la Familia, de los que 24.116 -el 43%- eran oficialmente adultos.
© Christof Stache / AFP
La mitad -el 49%, para ser exactos, 482- de los inmigrantes que se han presentado como menores de edad en la ciudad alemana de Hamburgo este año son, en realidad, adultos, según un nuevo informe de la Oficina de la Seguridad Social, informa el diario entonces, no habría tanta razón para que éstas huyeran de sus países..
Repatriar a un menor de edad es mucho más complicado y difícil, y la ley concede a estos tratamiento preferente en multitud de aspectos. Y este fraude no hace más que aumentar: el año pasado, los adultos que se hicieron pasar por menores ascendieron al 47%.
Solo en lo que va de año, 55.890 solicitantes de asilo en Alemania han declarado tener menos de 18 años, según el Ministerio para la Familia, de los que 24.116 -el 43%- eran oficialmente adultos. En caso de duda razonable, el Servicio de Emergencia Infantil y Juvenil (KJND) examina a los solicitantes de asilo indocumentados mediante una serie de pruebas -radiografías, tomografías- en el Hospital Universitario de Eppendorf y determinar así su edad aproximada.
Comentario: Quizás es cierto que las políticas de apertura extrema traen una cantidad innecesaria de problemas, tanto para la sociedad que recibe a los refugiados, como para los mismos refugiados, quienes nunca terminan de adaptarse verdaderamente a la sociedad a la que migran.
Es posible que bajo la tiranía de lo políticamente correcto se esté acusando de "racista" a quien osa decir algo al respecto; y no cabe duda de que muchas personas malvadas pueden sacar provecho de las políticas de apertura indiscriminada y terminar cometiendo crímenes en los países que los reciben. Sin embargo, asumir que el problema son los refugiados mismos o las políticas de apertura en sí mismas, puede llevar a que se busque meramente parchar pobremente un problema que no terminará de resolverse hasta que la causa subyacente sea atendida.
Es decir, las guerras promovidas o llevadas a cabo por Occidente en los países de origen de estas personas, las cuales resultaron en la destrucción de sus tierras y en la imposibilidad de que prosperen al son de su autodeterminación. De no haber sido por la codicia, el hambre de dominio global y, tal vez incluso, la sed de sangre de la
patocracia occidental, es muy probable que estos países estuvieran prosperando a su manera sin interferir en los asuntos de otros, gozando de una vida digna y migrando (de ser necesario o querido) en circunstancias completamente diferentes a las actuales.
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Comentario: Quizás es cierto que las políticas de apertura extrema traen una cantidad innecesaria de problemas, tanto para la sociedad que recibe a los refugiados, como para los mismos refugiados, quienes nunca terminan de adaptarse verdaderamente a la sociedad a la que migran.
Es posible que bajo la tiranía de lo políticamente correcto se esté acusando de "racista" a quien osa decir algo al respecto; y no cabe duda de que muchas personas malvadas pueden sacar provecho de las políticas de apertura indiscriminada y terminar cometiendo crímenes en los países que los reciben. Sin embargo, asumir que el problema son los refugiados mismos o las políticas de apertura en sí mismas, puede llevar a que se busque meramente parchar pobremente un problema que no terminará de resolverse hasta que la causa subyacente sea atendida.
Es decir, las guerras promovidas o llevadas a cabo por Occidente en los países de origen de estas personas, las cuales resultaron en la destrucción de sus tierras y en la imposibilidad de que prosperen al son de su autodeterminación. De no haber sido por la codicia, el hambre de dominio global y, tal vez incluso, la sed de sangre de la patocracia occidental, es muy probable que estos países estuvieran prosperando a su manera sin interferir en los asuntos de otros, gozando de una vida digna y migrando (de ser necesario o querido) en circunstancias completamente diferentes a las actuales.
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