Durante mucho tiempo, me pregunté por qué a las víctimas de manipulación les cuesta tanto ver lo que sucede en sus interacciones manipuladoras. Al principio, estuve tentado de hacerlos co-responsables pero luego he llegado a la conclusión de que:
1. La agresión de un manipulador nunca es evidente u obvia. Nuestras tripas pueden decirnos que ellos luchan por algo, luchan para vencernos, ganar poder, o hacer las cosas a su manera, y nos encontramos inconscientemente a la defensiva. Pero como no podemos señalar pruebas objetivas y claras de que nos atacan, no podemos validar y dar certeza fácilmente a nuestros sentimientos.
2. Las tácticas usadas por los manipuladores pueden hacerles parecer que están dolidos, que se preocupan, que están defendiéndose..., casi todo menos que están peleando. Esta táctica es difícil de reconocer fácilmente como una estrategia deliberada. Ellos siempre hacen lo necesario para que la persona dude de su comprensión visceral de que está siendo víctima de abuso o toma de ventaja. Además, la táctica no sólo dificulta que consciente y objetivamente reconozca que un manipulador lucha, sino que simultáneamente le mantienen a la defensiva. Estos rasgos las hacen armas psicológicas muy eficaces a las cuales cualquiera puede ser vulnerable. Es difícil pensar claramente cuando alguien le tiene hostigado emocionalmente.
3. Todos nosotros tenemos debilidades e inseguridades que un manipulador inteligente podría explotar. A veces, somos conscientes de estas debilidades y de cómo alguien podría usarlos para aprovecharse de nosotros; pero otras, somos inconscientes de nuestras vulnerabilidades más grandes. Los manipuladores a menudo nos conocen mejor que nosotros mismos. Ellos saben qué botones presionar, cuando y con qué fuerza. Nuestra carencia del conocimiento de nosotros mismos nos pone en situación de ser explotados.
Comentario: Como solemos decir en SOTT.net: "El conocimiento protege, la ignorancia nos pone en peligro"
Comentario: Como hemos dicho arriba, el conocimiento nos protege. Y es importante conocer no solamente las tácticas de los manipuladores, sino también a nosotros mismos y nuestras vulnerabilidades, para así poder trabajar en ellas y fortalecer lo que sería nuestro "sistema inmune emocional y psíquico". Así como en el ámbito de salud física normalmente nos preocupamos con protegernos de agentes patógenos como bacterias y virus, la "higiene psíquica" es muy importante para protegernos de patógenos psíquicos como personalidades depredadoras, manipuladoras y agresivas.
Recomendamos leer nuestra entrevista a Dra. Anna Salter, autora del excelente libro, Predators: Pedophiles, Rapists, and Other Sex Offenders, Who They Are, How They Operate, and How We Can Protect Ourselves and Our Children [Depredadores: pedófilos, violadores y otros delincuentes sexuales, quiénes son, cómo operan, y cómo podemos protegernos a nosotros mismos y a nuestros hijos]
También puede interesarle: