1. Utiliza auriculares de cable: Permite mantener el teléfono alejado de la cabeza y, por lo tanto, la exposición a radiación es menor. La mayoría de los móviles se venden con auriculares: ¡utilízalos!
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2. Usa el altavoz: Si no dispones de auricular de cable, usa el altavoz del teléfono. También permite tener alejado el aparato del cuerpo y alejar las radiaciones.
3. Espera a que respondan: No te lleves el aparato a la oreja hasta que respondan. Mientras el teléfono está llamando es cuando emite una señal más potente, aléjalo de la cabeza. Una vez establecida la comunicación, la radiación es menor.
4. No lleves el móvil en el bolsillo: Cuando no se usa, el móvil tiene que llevarse alejado del cuerpo porque sigue emitiendo señal. Evita llevarlo cerca de los genitales, riñones, corazón y, evidentemente, cerebro. La telefonía pasiva es otra forma constante de irradiación.
5. No duermas con el móvil: Deja el móvil fuera del dormitorio. La radiación del aparato buscando señal afecta a nuestra glándula pineal, que durante la noche es la encargada de segregar la melatonina; esto puede afectar nuestro sueño y, a la larga, provocar enfermedades. Si lo usas de despertador, ponlo en modo avión y así no buscará señal ni actualizará datos, que es el que emite las radiaciones que podrían alterar tu sueño. O, todavía mejor, cómprate un despertador de pilas.
Comentario: Para más información respecto a los beneficios de la adaptación al frío: