OF THE
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Ya sé que esto va en contra de todo lo que os han dicho anteriormente, pero el ejercicio cardio-aeróbico crónico es simplemente malo para tu salud, punto. Estresa tus adrenales poniéndolas en modo de "pelea o huída", y además de consumirte, también genera gran cantidad de problemas en las articulaciones. Es muy típico de las personas que corren maratones el tener niveles de CPK elevados (creatina fosfoquinasa) en sangre, una señal de daños musculares que se utiliza para detectar ataques cardíacos. El exceso de actividad aeróbica produce sobre-entrenamiento y pérdida muscular, que luego conduce a la reducción del quemado de grasas. El ejercicio aeróbico aumenta la necesidad de oxígeno en tu cuerpo. Corriendo o pasando horas en una cinta o en una bicicleta fija, muchos de estos trabajos aeróbicos son extensos y su efecto general en tu cuerpo es inflamatorio. Gran cantidad de personas han sufrido ataques cardíacos mientras corrían supuestamente por "una salud mejor".Para más información, vea:
En contraste al ejercicio aeróbico, el entrenamiento de resistencia construye masa magra, pero las implicaciones son muchas más que solo eso. El entrenamiento de resistencia minimiza e incluso revierte la disfunción mitocondrial - nuestra planta de energía. También induce a la biogénesis mitocondrial - un proceso en el que se forman nuevas mitocondrias dentro de la célula, y no solo lo hace en los músculos, sino también en el cerebro, riñón, tejido graso y también en el hígado. ¡Las implicaciones son enormes! Ejercitando nuestros músculos, tenemos el potencial no solo de revertir el envejecimiento y las enfermedades cerebrales que se caracterizan por la disfunción mitocondrial como la demencia, sino que como resulta ser, la disfunción mitocondrial es el último paso de TODAS las enfermedades. De hecho, al producir nuevas mitocondrias, ocurre un remodelamiento de redes completas de estas mismas. Las nuevas mitocondrias se fusionan con las antiguas, conduciendo a la eliminación de las que están dañadas o disfuncionales.
Comentario: Existen otros factores a considerar, culpar a las personas que se oponen a vacunar a sus hijos por un brote de alguna enfermedad, es una falacia simplista y reduccionista que ha sido promovida por las mismas farmaceúticas y médicos alineados a las mismas. Otros factores como el mismo abuso de las vacunas, el abuso de antibióticos y antivirales, la alimentación, el estrés, y las constantes mutaciones de los virus y supervirus o bacterias - entre otros - deben tomarse en cuenta en casos como el brote de sarampión en EEUU.
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