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La meditación es mucho más que un arte para la relajación. Esta antigua práctica milenaria modifica la estructura física del cerebro, mejorando su funcionamiento y previniendo el deterioro relacionado con la edad.

A dichas conclusiones llegó un estudio realizado por la Universidad de California, Los Angeles (Estados Unidos). Los autores detallaron que la meditación fortalece las conexiones del cerebro por lo cual mejora el movimiento de las señales eléctricas de un lado a otro en todas las regiones.

"Nuestro resultados sugieren que la gente que medita tiene fibras neuronales que son más numerosas, más densas o más ramificadas en el cerebro. También encontramos que el normal deterioro relacionado con la edad se ve considerablemente reducido en las personas que practican la meditación", dijo Eileen Luders, uno de los autores.

Meditar para pensar

Los investigadores comentaron que en una investigación previa encontraron que la materia gris de algunas regiones cerebrales de las personas que meditan es más densa. En este nuevo estudio trabajaron con personas de alrededor de 52 años que venían realizando distintos tipos de meditación durante años.

Luders usó un moderno equipo de imágenes cerebrales para registrar la conectividad del cerebro. Y encontró que la meditación mejora las conexiones cerebrales de amplias regiones del cerebro, incluyendo los lóbulos frontal, temporal, parietal y occipital.

"Las personas que meditan, especialmente los que lo hacen por un largo período de tiempo, inducen cambios en un nivel micro-anatómico. Sin embargo, la meditación podría generar estos cambios no solo a través del crecimiento sino mediante la prevención del deterioro. Es decir que si la meditación se practica regularmente durante años puede reducir la atrofia del cerebro relacionada a la edad", subrayó Luder.

El especialista concluyó que la meditación es un ejercicio mental muy poderoso con el potencial de modificar a gran escala la estructura del cerebro.