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© AFP / Fred DufourEl candidato socialista para las elecciones presidenciales francesas, François Hollande
El derecho de los extranjeros no europeos a votar en comicios locales en Francia volvió a generar polémica entre el Partido Socialista (PS) y la derecha de Nicolas Sarkozy a quien la ultraderecha recordó que en 2001 y 2005 defendió la iniciativa que ahora califica de "aventurada".

El candidato socialista a las elecciones presidenciales de 2012 en Francia, Francois Hollande, reafirmó hoy que es favorable al voto de los extranjeros no comunitarios en los comicios locales, una iniciativa que respaldan el 61% de los franceses según una encuesta reciente.

"Serán las mismas reglas que para los residentes europeos " es decir que "pueden ser electores si están en situación (ndlr: regular) en nuestro país desde hace cinco años, pueden ser elegidos al concejo deliberante, pero de ningún modo pueden ser alcalde o adjunto" , dijo Hollande.

Sus declaraciones intervienen días antes de que el Senado francés --controlado desde septiembre por la izquierda por primera vez en su historia -- , examine una propuesta socialista que impulsa el derecho de voto de los extranjeros no comunitarios en los comicios municipales.

Defensor en 2001 y en 2005 del derecho de los extranjeros no comunitarios a votar en los comicios locales, Sarkozy calificó la iniciativa de "aventurada".

"Desde hace tiempo creo que el derecho de voto (...) en nuestro país debe estar ligado a la nacionalidad francesa", afirmó el mandatario días atrás secundado por su principal consejero Henri Guaino, para quien dar el voto a los extranjeros no comunitarios "sería desastroso" y por su primer ministro Francois Fillon opuesto "enérgicamente" a una medida semejante.

Inmediatamente, la candidata a la presidencia por el Frente Nacional (FN, ultraderecha) , Marine Le Pen, a quien las encuestas ubican en tercer lugar de la primera vuelta con el 18% de los votos, calificó rápidamente de " aventuradas " las convicciones del jefe de Estado.

"Sarkozy siempre se determina en función de las estrategias electoralistas y de las encuestas", fustigó Marine Le Pen, a quien Sarkozy disputa parte de su electorado usando los temas predilectos de la ultraderecha.

Entonces ministro del Interior con la mira ya puesta en el Elíseo, Sarkozy afirmaba en 2005 en una entrevista que "no sería anormal que un extranjero regularizado que trabaja, paga impuestos y vive desde hace al menos 10 años en Francia, pueda votar en las elecciones municipales".

Hollande acusó el lunes a la derecha de querer "provocar miedo" en el electorado tras escuchar que el ministro francés del Interior, Claude Gueánt, dijo días atrás que la propuesta permitirá que haya "alcaldes extranjeros".

"Es la única manera para la derecha y para Nicolas Sarkozy de captar electores", afirmó el candidato socialista, favorito en las encuestas sobre intenciones de voto en los comicios de abril y mayo del año próximo.

En medio de la polémica, el 61% de los franceses respaldan el derecho de voto de los extranjeros según un sondeo del instituto BVA, cuyo director, Gael Sliman considera que "es un terreno peligroso" para Sarkozy que tiene que "unir en la UMP (su partido) y captar lo más posible desde el centro hasta el FN".

El derecho al voto de los extranjeros en Francia forma parte del programa de la izquierda -socialistas, comunistas y radicales- desde 1972 pero hasta ahora nunca vio la luz, ni siquiera cuando figuraba en el programa que llevó al poder en 1981 a Francois Mitterrand.

En el 2000 estuvo cerca cuando la Asamblea Nacional (cámara de Diputados) lo adoptó en primera lectura, pero nunca fue ratificado por la cámara Alta que ahora, bajo control socialista, lo examinará el 8 de diciembre.