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Cuando pensamos en la vitamina C, solemos asociarla a la protección contra los resfríos y a usarla en el invierno. Sin embargo, un equipo de investigadores procedentes de la Universidad de Leicester (Reino Unido) y del Instituto de Biología Molecular y Celular (Portugal) encontró que este nutriente también tiene influencias positivas en la piel, al ayudar a curar las heridas y proteger al ADN de estas células.

Justamente, en estos momentos, la coqueta industria cosmética está cada vez más atenta a este tipo de hallazgos porque los radicales libre que se vinculan con el envejecimiento prematuro de la piel- y la vitamina C, como antioxidante, parece capaz de previene su accionar.

La nueva investigación indica que, además, éste nutriente ayuda a desechar el ADN dañado por los radicales libres.

Los autores del trabajo también creen que sus conclusiones contribuirán a mejorar el tratamiento de las lesiones de la piel y a encontrar nuevas formas de luchar contra el cáncer.

Un nutriente reparador

La vitamina C también es llamada ácido ascórbico. El ser humano no la produce y debe, por lo tanto, incorporarla en la alimentación. Se la encuentra en la mayor parte de las frutas y verduras, pero especialmente en los cítricos, el coliflor, la espinaca, las bananas y las manzanas, entre otros.

En estudios previos, los científicos mostraron que el proceso de reparación del ADN mejora en personas que toman suplementos de vitamina C. En la investigación que nosotros ocupa, analizaron cultivos celulares y encontraron ciertas evidencias sobre cuales son los mecanismos que están detrás de esta función.

Tiago Duarte, uno de los autores, explicó que "las radiaciones ultravioletas del sol pueden causar lesiones en la piel durante el verano y, además, aumentan la incidencia del cáncer de piel ya que generan radicales libres y dañan el ADN". En su estudio, siguieron las acciones de un derivado de la vitamina C (el ácido ascórbico-2 fosfato) sobre los fibroblastos, un tipo de célula que se encuentra en la dermis del ser humano.

"Los resultados demuestran que la vitamina C mejora la curación de las heridas al estimular la división de los fibroblastos inactivos y promover su migración al área lastimada. La vitamina C también podría proteger a la piel al aumentar la capacidad de los fibroblastos para reparar lesiones del ADN", explicó Duarte.