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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Defensa, Ehud Barak, aseguraron que seguirán bombardenado Gaza «el tiempo que sea necesario». Ayer, tres personas más, entre ellas un niño de doce años, murieron en varios ataques, con lo que ya son 18 los palestinos fallecidos desde el viernes. Por la parte israelí, hay seis trabajadores tailandeses heridos tras ser alcanzados por uno de los más de 130 cohetes lanzados por milicianos.

La escalada de violencia en la Franja de Gaza tampoco se detuvo ayer. Tres palestinos, entre ellos Ayoub Useila, de doce años, fallecieron en varios bombardeos, según informaron fuentes médicas palestinas. Useila murió en el campo de refugiados de Jabalia, en el norte de Gaza. El portavoz de los servicios de emergencia en la franja, Adham Abu Salmiya, explicó que falleció tras recibir el impacto de un misil cuando se dirigía a la escuela. Ayer comenzaba la semana escolar en Gaza. Su prima de siete años resultó herida en el mismo bombardeo.

Adel al-Issi, un granjero de 52 años, fue alcanzado por otro misil en una zona de cultivo en el sudeste de Gaza capital.

La aviación israelí también atacó el barrio de Zaytoun en la Ciudad de Gaza, matando a Ahmad Deib Salim, un conocido militante de 24 años de los Comités Populares de Resistencia, cuyo secretario general, Zuheir al-Qaissi, y su escolta Mahmoud al-Hannani, murieron el viernes por la tarde en un bombardeo «selectivo», lo que originó la actual escalada de violencia.

Una fuente militar isarelí sostuvo que los ataques de ayer, cinco en total, tenían como objetivo «un comando terrorista que estaba en la fase final para la preparación del lanzamiento de un cohete contra Israel». Un portavoz del Ejército añadió que están investigando la muerte del menor. «El Ejército no tiene intención de atacar a lo que no pertenezca a la infraestructura terrorista», señaló.

Tanto el primer ministro, Benjamin Netanyahu, como su ministro de Defensa, Ehud Barak, advirtieron de que seguirán atacando Gaza «el tiempo que sea necesario». «No hay duda de que las operaciones del Ejército han perturbado la organización del atentado. Las Fuerzas de Defensa están golpeando con fuerza. Naturalmente, esto ha llevado a una nueva espiral de violencia con los Comités Populares de Resistencia, la Yihad Islámica y otros grupos», que han lanzado más de 130 cohetes y decenas de proyectiles de mortero. Según el comentarista militar del diario «Yediot Aharonot» Alex Fishman Israel sabía las consecuencias que tendría el ataque contra Al-Qaissi por lo que «la Fuerza Aérea desplegó de antemano las tres baterías Iron Dome de que dispone y cubrió los cielos de Gaza con todo tipo de aviones».

Egipto intenta mediar mientras crece el rechazo a los bombardeos

El embajador de Egipto en Ramallah, Yaser Othman, tildó de «injustificable» la ofensiva israelí. En declaraciones a la agencia de noticias palestina Maan, afirmó que su Gobierno «está en una carrera contra el tiempo para frenar las hostilidades lo antes posible y evitar desarrollos indeseables».

Según un responsable palestino que habló bajo condición de anonimato, «Israel ha dicho que está dispuesto a poner fin a la violencia si para el lanzamiento de cohetes desde Gaza. Las facciones palestinas también han trasladado a Egipto que no están interesadas en una escalada y han recordado que no empezaron ellos sino Isarel, pero Israel no puede decidir unilateralmente cuándo se termina».

Dirigiéndose a los grupos armados palestinos, el viceprimer ministro israelí, Moshe Yaalon, subrayó que «si vosotros no disparáis, nosotros no disparamos. Si vosotros disparáis, vosotros pagaréis el precio».

Jordania e Irán denunciaron ayer esta nueva ofensiva militar. El ministro portavoz jordano, Rakan Mayali, remarcó que su Gobierno «rechaza las bárbaras agresiones israelíes sobre palestinos desarmados y responsabiliza completamente a Israel de las consecuencias de esta escalada contra Gaza».

El Ejecutivo iraní instó a la comunidad internacional y a los organismos de derechos humanos a «no guardar silencio ante estas flagrantes violaciones de esos derechos y la matanza del indefenso pueblo palestino por sionistas. Los repetidos ataques del régimen sionista son condenables como crímenes de guerra y actos inhumanos».