A más de un año del devastador terremoto y tsunami que azotó a Japón, la catástrofe nuclear de Fukushima genera serios problemas en las costas de Estados Unidos.
niveles de radiactividad
© AFPSignificativos niveles de radiactividad en el tejido del alga gigante "Macrocystis pyrifera".
Biólogos hallaron significativos restos radiactivos en algas pardas en las costas de California, llevados hacia la costa norteamericana desde la planta nuclear japonesa de Fukushima tras el sismo de marzo del año pasado, reveló un nuevo estudio.

"La radiactividad de la dañada planta nuclear Fukushima Daiichi viajó por la atmósfera a lo largo del Pacífico hacia la costa norteamericana en cuestión de días tras el terremoto y tsunami del 11 de marzo", según un estudio de dos biólogos marinos de la Universidad de Long Beach de California.

Los profesores Steven Manley y Christopher Lowe "determinaron la presencia de yodo 131 en muestras de sargazos de California a un mes del tsunami", publicó la institución.

El yodo 131 es un isótopo radiactivo del yodo que se puede liberar en accidentes nucleares, mientras el sargazo o 'Macrocystis pyrifera', un alga parda, es una de las plantas que más acumulan yodo, según el estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology de marzo.

"Medimos significativos niveles de radiactividad en el tejido del alga gigante 'Macrocystis pyrifera', en muestras tomadas desde las playas de Laguna Beach, al sur, hasta Santa Cruz, cerca de San Francisco, señaló Manley.

"Aunque probablemente (la radiactividad) no sea dañina para los humanos por sus niveles relativamente bajos, puede haber afectado a ciertos peces que se alimentan de sus tejidos", agregó.

Las secuelas del terremoto de 9 grados de magnitud y del posterior maremoto que azotaron Japón el 11 de marzo del año pasado se han hecho sentir en las orillas del Pacífico estadounidense.

Unas 12 horas después del sismo, olas de más de dos metros golpearon la costa californiana.

La semana pasada, guardacostas estadounidenses hundieron un barco fantasma japonés que derivaba ante las costas de Alaska, llevado por el maremoto, porque suponía riesgos para la navegación marítima.

Era el primer objeto de gran tamaño que atraviesa todo el Océano Pacífico desde la isla asiática hasta las costas norteamericanas tras el tsunami.

Según investigadores de Hawai, se espera que grandes cantidades de escombros japoneses comiencen a llegar a las costas americanas a principios de 2014.

El terremoto y el tsunami dejaron 20.000 personas muertas o desaparecidas, devastaron grandes zonas del noreste de Japón y provocaron una crisis atómica en la planta nuclear de Fukushima.