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© DesconocidoCosechando el maíz. Un grupo de niños ayuda a sus padres en el embalaje del choclo que este año tuvo una menor producción.
Los niveles de actividad en el volcán Tungurahua ayer se mantuvieron bajos. La última explosión fuerte ocurrió el jueves pasado, a las 16:00, y provocó la caída del material negro.

Según los técnicos del Observatorio del Volcán Tungurahua (OVT), el material gris, en esta ocasión, se precipitó sobre Chacauco, Bilbao, Cusúa, la base de Guadalupe y en Ambato.

Jorge Ordóñez, vulcanólogo del OVT, explicó que ayer el comportamiento del coloso estuvo caracterizado por la salida constante de vapor. Los instrumentos técnicos detectaron, durante la madrugada, el movimiento de lava (roca derretida) dentro del volcán. "Esta pudo salir porque el conducto volcánico está abierto". El técnico dijo que fue difícil mirar el macizo porque permaneció cubierto por una nube espesa.

En las comunidades de San Juan, Pillate y Cotaló, los agricultores aprovecharon la cierta tranquilidad del volcán para cosechar el maíz. La actividad comenzó desde las primeras horas del fin de semana. Daniel Villafuerte, habitante de Cotaló, fue uno de ellos. La tarea se inició a las 06:00. Hasta el mediodía llenó 28 sacos con las mazorcas.

En este sector hay más de 40 hectáreas de maíz. Villafuerte aseguró que la explosión del jueves fue fuerte, cayó una fina capa de material volcánico. "Las últimas reactivaciones de la 'Mama Tungurahua' afectaron la producción. Este año recogeremos menos de lo previsto. Sin embargo, sí recuperaremos los USD 700 invertidos".

En el mercado, los dos sacos de maíz grueso se venden en USD 35 y el delgado en 18.Siguiendo una vía de tierra se llega a la comunidad Pillate. En este centro poblado hay preocupación entre las 65 familias que allí habitan. Ramiro Morales dijo que el material volcánico afectó la producción planificada. "Tenía previsto cosechar 250 quintales de choclo, pero solo sacaré unas 150".