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Las elecciones griegas, que tendrán lugar en dos semanas, estarán dominadas por la crisis financiera. Un grupo es tan opuesto a los recortes que hasta ha iniciado una demanda contra el gobierno en la Corte Penal Internacional (CPI) con sede en La Haya. En la presentación, lo acusan de genocidio y crímenes contra la humanidad, según informa el corresponsal de la BBC en Atenas, Mark Lowen.

Son un grupo de griegos comunes y corrientes, una docena de atenienses, que se unieron para una causa extraordinaria. El menor tiene 19 años y el mayor está cerca de los 60. Intentan que su gobierno sea juzgado en el CPI.

Pero lo que vuelve todo más singular son los cargos. Argumentan que las medidas de austeridad llevadas adelante por el gobierno están matando al pueblo griego y constituyen un genocidio en tiempos de paz y de crímenes contra la humanidad.

Los argumentos

Tanya Yeritsidou y su madre Olga son las coautoras del caso, ahora apoyado por varios otros. No son disidentes políticos ni extremistas, sino griegos educados de clase media: maestras, abogados, fisioterapeutas. Son aquellos que han sido duramente golpeados por los recortes del gobierno y ahora están utilizando el último recurso que les queda, explica Olga.

"Es algo hecho intencionalmente y donde no sólo conocían las consecuencias sino que deseaban tener esas consecuencias. Podemos probar que sabían el alcance, sabían la dureza, sabían de la irreversibilidad y no sólo estaban completamente a favor, sino que activamente se oponían a otras soluciones".

Olga, coautora de la demanda.


"Las medidas de austeridad nos privan de nuestra libertad. No tenemos acceso a la comida, no tenemos acceso a las cosas de todos los días que son necesaria para una vida digna... techo, comida, transporte, salud", reclama con énfasis.

Pero la cuestión es si todos estos reclamos, compartidos por buena parte de la población griega, constituyen un delito de genocidio, dado que la demanda va por ese lado. Olga no tiene dudas: "Sí, ya que al privarnos de nuestro trabajo y de nuestros ingresos, nos impide casarnos y tener hijos. La gente que no se puede mantener por sí misa, no se puede casar. Y muchos de nuestros jóvenes son obligados a emigrar a otros países".

Pero el genocidio es la destrucción, total o parcial, de un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Y la pregunta que surge es si en este caso se está tratando de eliminar una raza. No duda en responder: "Sí". "Es algo hecho intencionalmente y donde no sólo conocían las consecuencias sino que deseaban tener esas consecuencias", agrega. "Podemos probar que sabían el alcance, sabían la dureza, sabían de la irreversibilidad y no sólo estaban completamente a favor, sino que activamente se oponían a otras soluciones", explica.

Parte de la población ve en los recortes una excesiva sumisión a las políticas dictadas desde Bruselas.

Por donde sea que uno camine en Atenas, se ve el impacto de la recesión y la austeridad.

"Es legalmente absurdo"

Y esto es lo que refleja la demanda interpuesta ante la CPI: la profundidad del enfado contra el status quo. El abogado constitucionalista George Katrougalos dice que es entendible, pero que el caso tiene pocas posibilidades de prosperar.

"Es legalmente absurdo. No tiene ninguna base legal. Pero puedo comprenderlo como una respuesta humana a la crisis. Ahora hay un sentimiento general en los países en crisis en que la gente siente que alguien debe pagar, también penalmente. La gente necesita que alguien pague", reflexiona.

Las emociones se vuelven más fuertes mientras las protestas contra las medidas de austeridad continúan. Los recortes estarán presentes en la mente de la gente cuando voten en las próximas elecciones. Sin embargo, Elena Panaritis del partido PASOK -actualmente en el gobierno- dice que es simplista culpar a la austeridad de la crisis actual y que el caso no tiene sustento.

"Estas dos mujeres posiblemente no sepan de qué se trata esta crisis. Sólo ven las consecuencias de algo que consideran es el resultado de la austeridad, en lugar del resultado de una economía muy mal manejada por décadas. Aun así los griegos estuvieron votando a los mismos partidos políticos contra los que protestan estas dos mujeres", opina.

Pero el argumento no dejará satisfechos a los miembros que apoyan la demanda. Tienen confianza en que este inusual ejemplo de ciudadanos comunes y corrientes que quieren llevar a su gobierno ante la Corte Penal Internacional avanzará.

Las encuestas de opinión sugieren que los partidos que actualmente gobiernan en coalición serán duramente castigados por impulsar medidas de austeridad profundamente impopulares.

Cualquiera sea el resultado, el caso muestra qué tanto ha caído la confianza de los griegos en su gobierno, qué tan devastados están por lo que sucede en su país y cómo esas emociones afectarán su decisión en los comicios del 6 de mayo.