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La arqueología de rescate es la que mayor producción académica genera, y en algunas ocasiones los hallazgos son de notable importancia. En este caso se trata de un descubrimiento de gran importancia para el continente asiático, pues en las excavaciones de una mina de cobre en Afganistán se descubrió accidentalmente un monasterio budista.

Esa que debajo de esta mina de cobre yacían los Budas de Bamiyan, estatuas en un monasterio budista que se encuentra en situación crítica, ya que la compañía encargada de construir la mina originalmente en 2011 les dio a los arqueólogos nada más que tres años para realizar las tareas de rescate arqueológico.

15 arqueólogos afganos están trabajando en el sitio, llamado Mes Aynak, 3 consejeros franceses y una docena de peones se encuentran trabajando en este sitio arqueológico de 2 kilómetros cuadrados, en el que se trabajará lo más duramente posible como para rescatar todo lo que sea posible.

"Este sitio es tan masivo que fácilmente demanda una campaña arqueológica de 10 años -dice Laura Tedesco, una arqueóloga llevada por los Estados Unidos para evaluar el sitio-. Tres años serían suficientes sólo para documentar lo que hay aquí".

Entre los hallazgos ya se han destacado varios pasillos y cuartos decorados con frescos, con estatuas de budas en arcilla y piedra, algunas de hasta 10 pies de altura. Se han encontrado unas 150 estatuas, pero algunas de ellas son demasiado grandes como para moverse, y tampoco se cuenta con los químicos necesarios como para conservarlas sin que se desintegren al momento de la extracción.

Obviamente se trabaja contrarreloj y todo día en el que no se pueda trabajar significa una pérdida para el equipo arqueológico. El objetivo es retirar y documentar todo lo que sea posible, y esperemos que pueda cumplirse al máximo para poder conocer a fondo este monasterio enterrado.