© AFP / Amr Nabil
Las Fuerzas Armadas de Egipto son uno de los mayores receptores de ayuda financiera de EE.UU. Con el inicio de los enfrentamientos violentos entre el Ejército egipcio y los islamistas, esta financiación se ha convertido en un arma de doble filo.Por una parte, aumentó drásticamente el número de legisladores estadounidenses que piden que las donaciones -que consisten en 1.300 millones de dólares anuales, más armamento, tecnología y programas de educación- se revoquen. A pesar de esta presión, por el momento la Casa Blanca se ha limitado a condenar la violencia contra civiles por parte del Gobierno interino egipcio compuesto por militares y a cancelar las maniobras conjuntas, un evento tradicional bianual programado para el próximo mes.
Por otra parte, un influyente movimiento juvenil antiislamista egipcio, Tamarod, criticó que EE.UU. interfiera de una manera indebida en los asuntos internos de Egipto y apoye "a los grupos terroristas". Llamó a sus compatriotas a rechazar la ayuda financiera de Washington y poner fin al acuerdo de paz con Israel: la financiación estadounidense de las Fuerzas Armadas de Egipto es un punto fundamental del tratado de paz egipcio-israelí de 1979.
Mientras, la mayoría de los analistas descarta la posibilidad de que el financiamiento se anule. Las causas no son solo cuestiones de seguridad regional y la posición geográfica única que hace de Egipto 'un plato exquisito' para cualquier potencia mundial. Influyen también los intereses de la industria militar de EE.UU. que se encuentra en un estado relativamente vulnerable después de que entrara en vigor el 'secuestro presupuestario', una medida fiscal que supuso recortes automáticos para equilibrar el presupuesto nacional y que afectó también a los programas del Pentágono. La página web
Global Post filtró la lista de las compañías estadounidenses que más se benefician dentro del programa gubernamental de EE.UU. de la ayuda militar a Egipto, haciendo referencia a los datos del Instituto de Estudios Sureños (Carolina del Norte).
El mayor beneficiario, según el sitio web, es el gigante de la industria aeroespacial estadounidense Lockheed Martin. El montante de sus contratos con Egipto entre 2009 y 2011 fue de 259 millones de dólares, derivados entre otros de la venta de 20 cazas monomotor F-16 y sistemas sensores de visión nocturna para los helicópteros de ataque Apache.
En el segundo lugar está DRS Technologies, Inc., un contratista de defensa estadounidense con sede en Arlington (Virginia) adquirido en 2008 por la empresa italiana Finmeccanica. El importe de sus acuerdos en 2010 con las Fuerzas Armadas egipcias por la venta de un hardware de vigilancia y vehículos militares de diferentes tipos es de unos 66 millones de dólares.
La medalla de bronce la comparten Raytheon, uno de los contratistas de defensa militares más grandes de EE.UU. y mayor productor del mundo de misiles guiados, y Laboratorios Wyle, un proveedor privado de servicios técnicos. Raytheon tuvo entre 2009 y 2010 contratos por un total de 58,8 millones de dólares por la venta de 178 misiles perseguidores infrarrojos tierra-aire FIM-92 Stinger y sus lanzaderas entre Egipto y Turquía, más 22 años de apoyo técnico de sus misiles antiaéreos de alcance medio Hawk. Wyle, a su vez, tuvo contratos con la Marina egipcia por 59,3 millones de dólares, incluido el suministro de programas modificados para apoyo y servicios financieros.
Global Post enumera, además, otra treintena de empresas que entre los años 2009 y 2010 tuvieron contratos con las Fuerzas Armadas de Egipto. Entre ellas destacan Boeing, que vendió 10 helicópteros Apache y servicios logísticos para sus misiles de crucero AGM-84H/K, SLAM-ER y los misiles antibuque Harpoon por 34,1 millones de dólares, y L-3 Communications que suministró a la Marina egipcia un sistema de sónares y equipamiento militar de escaneo por un total de 31,4 millones de dólares.
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