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Los investigadores de la ONU admitieron el miércoles por primera vez que los grupos opositores armados sirios cometen crímenes contra la humanidad.

La Comisión para Siria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, presentó un informe en el que afirma que varios grupos opositores detuvieron y torturaron a civiles kurdos de forma sistemática en la provincia de Al Rakka.

Según la comisión, presidida por el diplomático brasileño Sergio Pinheiro, hay evidencias de que el grupo Estado Islámico de Iraq y Siria, el Frente al Nusra, la brigada Ahrar al Sham y el batallón Shahid Walid Al Sukhni tienen centros de detención y tortura.

"Los actos cometidos por los grupos armados no gubernamentales citados en áreas bajo su control contra la población suponen torturas y tratos inhumanos y son crímenes de guerra y, en el contexto (de Al Rakka), crímenes contra la humanidad", afirmó la comisión. También acusa a grupos rebeldes de reclutamiento forzoso de niños.

La comisión apunta además que los grupos opositores armados están en disputa entre ellos y que no logran una estrategia común en su objetivo por derrocar al legítimo presidente de Siria, Bashar Al Assad.

El informe, además, reconoce que uno de los motivos de la fortaleza de los grupos cercanos a Al Qaeda, que quieren convertir a Siria en un Estado islámico, es el "apoyo financiero selectivo por parte de algunos Gobiernos", aludiendo a la injerencia extranjera de países como EEUU o las monarquías absolutistas del Golfo.