El secretario norteamericano de Estado, John Kerry, confirmó hoy al líder de la denominada Coalición Nacional de las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (Cnfros), Ahmed Jarba, el compromiso de Washington para derrocar al presidente Bashar al-Assad.

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Kerry explicó a periodistas que Estados Unidos seguirá respaldando a las calificadas en Occidente como fuerzas rebeldes de la nación levantina.

El diario The New York Times informó este jueves que Jarba solicitará al gobierno estadounidenses misiles antiaéreos con el objetivo de "cambiar el equilibrio de fuerzas en el territorio sirio".

Washington ha mantenido un amplio apoyo logístico, económico y financiero a las bandas que intentan desde hace más de tres años concretar el calificado como cambio de régimen en Damasco.

El lunes, el gobierno estadounidense decidió otorgar a las oficinas de la oposición siria en el país estatus de misión diplomática extranjera, así como la entrega de 27 millones de dólares adicionales para "mejorar las capacidades logísticas" de los grupos armados en la nación levantina.

A fines de enero, el Congreso aprobó en secreto el envío de armas y ayuda financiera a las bandas armadas allí radicadas.

La asistencia incluye varios tipos de cohetes antitanques, municiones de infantería y otros abastecimientos indispensables para las acciones de los llamados "sectores moderados" dentro de los grupos subversivos del país árabe.

El diario The Washington Post explicó la semana pasada que el grupo opositor en suelo sirio Harakat Hazm recibió el primer lote de misiles antitanque estadounidenses TOW.

El líder de la Cnfros inició el miércoles una gira de ocho días por esta nación en compañía del general de brigada Abdul Ilah Bashir, jefe del denominado Ejército Libre Sirio.

Durante su estancia debe reunirse con el presidente Barack Obama, la asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice, integrantes del Senado y de la Cámara de Representantes, así como con dirigentes de los partidos Demócrata y Republicano.

Damasco acusa a Estados Unidos y a gobiernos de países europeos y de Oriente Medio de brindar amplia asistencia financiera, logística y mediática a dichos grupos copados por más de 100 mil mercenarios de 83 países, como apuntan distintas fuentes.

La Casa Blanca ha evaluado igualmente opciones militares que prevén el lanzamiento de misiles de largo alcance para evitar que el gobierno sirio emplee sus medios aéreos y crear zonas "con fines humanitarios" controladas por los grupos subversivos afines a Washington, con el fin de entrenarlos y suministrarle apoyo logístico.