Si bien cerca de la medianoche los meteorólogos alertaron que las condiciones barométricas predecían posibles vientos "muy fuertes" con lluvias torrenciales, los vecinos ya no tuvieron mucho tiempo para prepararse y miles sufrieron las consecuencias.
Chicago tormenta
© NASA
Además los cortes de energía eléctrica producidos cuando los vientos dieron por tierra con el cableado, dejaron al menos un cuarto de millón de personas sin energía eléctrica.

El sistema de tormentas pasó antes por Nebraska, Iowa, y Wisconsin, donde dejó otro tendal, aunque de menor gravedad, con granizadas de varios centímetros cubriendo el suelo.

Las peores perspectivas amenazan el noreste estadounidense

Según el National Weather Service, los vientos superaron las 86 millas por hora (más de 140 kilómetros/hora) dañando estructuras de edificios y quebrando cientos de árboles a su paso que cayeron incluso en las calles de la ciudad, obstruyendo aún más las inundadas áreas bajas.

Al menos una persona murió, una decena resultó con lesiones, y más de 21.000 hogares estaban seriamente dañados en la región central de Chicago.

Los daños materiales afectaron también unas 17.000 propiedades en las áreas del oeste, y unas 3.000 en el norte.

Las tormentas se movían en dirección al oeste, pero los meteorólogos no han dejado caer el "alerta de tornado" para la jornada del martes, así como tampoco advertencias por viento superiores a los 120 kms./hora que podrían afectar la región.

El alerta incluye la predicción de nuevas lluvias sumamente copiosas que podrían recrear el escenario de las últimas horas, cuando centenares de vehículos quedaron atrapados por las aguas que corrían libremente en distintos barrios, según consigna el Chicago Tribune.