La erupción volcánica submarina de la isla de El Hierro de 2011 produjo una perturbación significativa en las propiedades físico-químicas que alteraron el ecosistema marino.
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© RTVEImagen de la erupción del volcán submarino de El Hierro.
Una investigación llevada a cabo por la Universidad de La Laguna ha revelado que la comunidad bacteriana aumentó en actividad y abundancia, se redujo la biodiversidad en el agua y hubo un cambio en la composición de las especies.

Tres meses después del comienzo de la erupción submarina los efectos sobre el plancton dejaron de ser visibles y se volvió a los parámetros considerados normales, ha informado la Universidad de La Laguna.

En octubre de 2011 se produjo la primera erupción submarina en los últimos 500 años de la historia vulcanológica de Canarias y el volcán submarino de la isla de El Hierro emitió al océano una gran cantidad de materiales procedentes del manto, así como gases y calor que produjeron una perturbación significativa en las propiedades físico-químicas de las aguas alrededor de la isla.

Ese hecho sin precedentes para la oceanografía española permitió a los investigadores evaluar el efecto de este tipo de fenómenos volcánicos sobre los microorganismos marinos, concretamente sobre las comunidades de plancton bacteriano, un componente esencial en las relaciones entre especies del medio, lo que se conoce como la red trófica marina, se indica en un comunicado.

Análisis de la columna de agua

Los datos son resultado de observaciones desde los buques oceanográficos Ramón Margalef y Atlantic Explorer de un equipo de investigación compuesto por personal de la Universidad de la Laguna, el Instituto de Ciencias del Mar en Barcelona (CSIC), el Instituto de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Centro Oceanográfico de Canarias (IEO).

El estudio, publicado esta semana en la revista PLoS ONE, analizó la columna de agua desde la superficie hasta la profundidad, mostrando los cambios descritos experimentados por la comunidad bacteriana.

Así, hubo un aumento de actividad y de abundancia pero se redujo la biodiversidad planctónica y hubo cambios en la composición de las especies. También se llegaron a detectar especies típicas de fuentes hidrotermales profundas en la superficie de océano.